Tania Adam - Barcelona

Vicente E. Montes Nogales, el es doctor en Filología Francesa por la Universidad de Oviedo. Sus estudios se centran en los productores y difusores de la literatura oral del sur del Sáhara, en la epopeya de África occidental y en la novela francófona africana. Especialista en la obra del maliense Amadou Hampâté Bâ, ha publicado la monografía titulada La memoria épica de Amadou Hampâté Bâ. Nos conocimos porque publicó un artículo en Radio Africa, “La inspiración de los griots” en él ofrece una pequeña explicación de estos trovadores y lo que es interesante, los traslada a la época contemporánea, y da a conocer a artistas internacionalmente conocidos como Youssou N’Dour, Habib Koité o Rokia Traoré, que forman parte de este linaje. También señala a Sidy Samb, como un claro ejemplo de la evolución de los griots que se abren al mundo y se adaptan a los gustos musicales de los jóvenes senegaleses. Esta apertura se muestra no solo en las colaboraciones sino en la voluntad de participar en otros procesos musicales, y vuelve a señalar a Sidi, y su colaboración en las diferentes ediciones del Festival Afro-flamenco de Dakar.

Pero tradicionalmente, algunos griots están adscritos a las cortes de los nobles, otros son independientes y van de casa en casa o de aldea en aldea, vendiendo historias y agregando nuevas a su colección. Para Nogales el griot es un archivo vivo de las tradiciones de su pueblo, pero es sobre todo un músico, sin el cual ninguna celebración o ritual sería completo. Nogales nos habla de su repertorio, sumamente amplio y abarca desde piezas decoradas para ocasiones especiales como bodas y bautizos hasta canciones de alabanza a los clientes individuales que se componen por encargo. También nos habla de las diferentes tipologías, como los griots que pertenecen a la casa de un noble que son designados para ensalzar las glorias y virtudes de su amo, o los griots independientes que cantan las alabanzas de cualquiera que pueda pagarlos.

 

El Hadji Soundioulou Cissokho. Considerado el rey de la Kora en Senegal

 

En esta conversación hablaremos sobre todo de la figura de los griots, pero antes, mi me gustaría conocerte a ti; saber quién eres, cuál es tu profesión y como llegas a los griots, una figura lejana teniendo en cuenta que vives en Oviedo.

Muy bien. Todo empieza con mi tesis, que la concluí en el 2012 después de muchos años involucrado; ya sabes que trabajar e investigar es complicado porque la investigación te exige muchísimo tiempo. A mi me interesaba en principio la literatura francófona y mi directora de tesis me propuso comenzar a trabajar sobre la obra de Amadou Hampâte Bâ, uno de los autores africanos más cercanos a la tradición, y eso me llevó a investigar la figura de los griots. Trabajo en la Universidad de Oviedo, dando clases principalmente de culturas de los países francófonos, además imparto talleres de literatura africana.

Mi línea de investigación es la oralidad, los géneros literarios orales del África occidental porque yo me he limitado a ese vasto territorio, porque claro, estudiar toda África es imposible. A veces, en alguna entrevista de radio me hablan de literatura africana y yo siempre les digo “bueno, no se a cuantos investigadores les preguntan ustedes por la literatura europea, seguro que a ninguno porque, claro, crear un bloque homogéneo”, pero luego me preguntan cuales son los rasgos de la literatura africana; y continuo, pero ¿qué tiene que ver la literatura rusa con la literatura española?”. Por supuesto que se pueden estudiar y habrá puntos comunes, claro, pero son literaturas muy diferentes. También estudio la influencia de la oralidad en la novela africana escrita por autores francófonos. Y, últimamente me ha interesado mucho los contadores y los griots que se encuentran en España.

 

Entonces, no tiene sentido, por ejemplo, comparar literatura del Magreb con las literaturas de África occidental ya son en sí muy diferentes. La figura del griot por ejemplo prácticamente no la encuentras.

Encuentras la de otro tipo de contadores. Obviamente, si tu te vas a Marrakech te los encuentras hasta en las plazas, pero ya no es una categoría socioprofesional como pueden ser los griots. Son unas literaturas, con grandes diferencias en relación a las de África occidental, pero yo me he limitado a estas últimas, y principalmente a la función de la oralidad.

 

La oralidad y la figura de los griots, una de las más conocidas a nivel africano e internacional, supongo que por la música. Sin embargo, también es muy desconocido el universo que les envuelve; hay griots contadores de historias, griots músicos… Tengo la sensación de que es como un saco amplio.

Sí, no te equivocas. Hay que tener en cuenta que el término griot es muy confuso. Con él nos referimos normalmente a todos aquellos que viven de la palabra narrada o cantada y que elogian públicamente. Aquí entraría dentro de la categoría de los artesanos. En las sociedades tradicionales africanas estos artesanos están presentes a través de las castas, aunque el término a veces puede resultar equivoco, pero existían tres castas y una de ellas eran los griots. Es decir, personas que forman parte de este grupo desde generaciones, elogian a individuos en determinadas festividades o ceremonias como pueden ser las bodas y además pueden tocar un instrumento.

 

Entonces, existían castas que estaban divididas en diferentes categorías.

Hay tres castas principales, en la base de la pirámide estaban los esclavos y los cautivos, en una posición intermedia se encontraban todos los artesanos; de la palabra, del hierro, los curtidores, y luego en la cima de la cúspide social se encontraba la nobleza. En Occidente, se engloba como griots a todos los artesanos que utilizaban la palabra, que eran y son considerados como animadores en cualquier manifestación festiva. Además, también pueden ser excelentes oradores que protegen la memoria de la comunidad. Pero este término surge por primera vez en un manuscrito de viajes de finales del siglo XVII. Hay muchas teorías sobre el origen de esta palabra, unos afirman que procede de la palabra francesa “guiriot” que quiere decir criado. En los relatos de viajes de los exploradores del siglo XVIII y XIX sí que ya encuentras la palabra griot. En cuanto a su tipología nos adentramos en un terreno muy farragoso. Porque primero, ¿de qué sociedad hablamos? Además, cada lengua los designa de una manera diferente.

Amadou Hampâte Bâ establece una clasificación muy general; distingue entre músicos de los artesanos y embajadores, de los de genealogistas o historiadores. Pero algunos de ellos son las tres cosas a la vez. En las sociedades mandingas hablaban de cuatro grupos: el djeli, que era el poeta; el filé, que ya está islamizado; el beletili, que es el griot real y el nyoriromfo, que era el griot cazador. Entre los peuls diferenciaban: al mabo, que era el poeta historiador que se dirige principalmente a los nobles; el gaulo, que era el poeta elogiador cuyo público está compuesto por todos los estratos sociales; el bambado que era el músico y a los bufones. Podría seguir dándote diferentes terminologías y clasificaciones. Todo esto es lo que aquí se denomina griot. Es un término totalmente impreciso. Cuando hablo con africanos y utilizo griot, a veces no saben a qué me refiero exactamente.

 

Pero, entonces es un término que se designa en Occidente para describir una persona dentro de una sociedad y se ha empleado, digamos, para varias cosas.

Exactamente, se engloba a aquella persona que es mediador en la sociedad y que viene de la casta de los artesanos. Es la categoría de estos hombres que se dedican a mediar cuando hay problemas en la sociedad, que utilizan siempre la palabra como herramienta de trabajo, que se especializaban en uno o en varios instrumentos musicales, que eran los narradores y que antiguamente solo pertenecía a los maestros. Todo esto que aquí se llama griot y ha derivado en las sociedades modernas muchas veces a cantantes.

 

Griot con su kora. Guinea, circa 1900-1910. © Edmond Fortier.

 

 

No obstante, derivan a músicos en las sociedades modernas, pero sí que había una figura dentro de estas castas que era el músico que era quien tenía un control sobre el instrumento y la voz. Ósea que la musicalidad está muy presente en esa oralidad.

Muy presente porque fíjate que a ciertas categorías sociales no les estaba permitido tocar un instrumento musical. La nobleza, por ejemplo, no era su herramienta de trabajo ni muchísimo menos. Un noble ni siquiera podía tener relaciones sexuales con una mujer griot o de una casta inferior porque inmediatamente descendía de categoría social, se consideraba que la sangre de los artesanos no era pura. En cambio, la de un noble, sí era pura. En el momento que un noble tenía una relación sexual con una mujer de estas castas se contaminaba, en cierto modo, su sangre y el instrumento musical pertenecía a estos artesanos de la palabra.

 

La estructura tradicional en la cuál existían los artesanos de las palabras, geográficamente afecta a gran parte del sur del Sáhara, abarcando la parte occidental del continente africano. En ese contexto encontramos estas figuras. ¿Cómo se ven afectados con la entrada de los colonizadores?  Más adelante, con el éxodo a las ciudades, ¿cómo se adaptan a los tiempos los griots, especialmente los griots músicos? 

Efectivamente, fenómenos como la colonización condicionaron absolutamente la actividad de los griot. Ahora bien, si observamos en profundidad, aún en el siglo XXI, las castas continúan condicionando en cierta medida algunos comportamientos. Cuenta ‘le Mari’ que en 1961 en Palo Dial, un pueblo serer en Senegal,  había enfrentamientos entre los griot y los nobles porque los nobles no querían ser enterrados en el mismo cementerio que los griot. Creo que de esos conflictos hubo heridos y muertos porque antiguamente a los griot en muchos de los pueblos de África Occidental los enterraban en el tronco hueco de un baobab. Entonces estos nobles no querían ni siquiera estar en el mismo cementerio.

Ahora bien, es innegable que a medida que la colonización asentaba sus bases en África, la tradición resultaba más agredida. Por ejemplo, el sistema colonial alejaba a la juventud de los maestros griot. Ya no se impartían las lecciones a la sombra del baobab. Los hijos tenían que ir a las escuelas coloniales. Y luego un fenómeno también importantísimo es que la colonización al desproveer a los nobles de poder, estos ya no tenían recursos para mantener a los griot ni a sus familias. De modo que muchos tuvieron que buscar nuevos patronos a los que elogiar, para recibir a cambio una recompensa económica que les permitiera vivir. Estos elogios a su vez les supusieron una gran condena social porque hasta ese momento cuando los griot vivían en las cortes o estaban muy vinculados a una familia conocían muy bien su genealogía. Pero en el momento en que tienen que empezar a elogiar a prácticamente cualquiera que haya adquirido una pequeña fortuna estas genealogías eran en gran parte inventadas porque no tenían conocimiento sobre ellos.

Así surgen entonces unos griot que son menos profesionales y que dañan la reputación de otros muchos. Si además tenemos en cuenta que en las ciudades acuden a cualquier festividad para agasajar y que si no reciben a cambio la recompensa que esperan pueden ofender, mostrando un lado bastante avaro. Aquí tienes la explicación de que a veces sean llamados parásitos sociales. Luego también llega el fenómeno de las ciudades. Antiguamente muchos de los griot vivían de la palabra exclusivamente, pero en las ciudades no es suficiente, así que tienen que combinar las actividades tradicionales con otra profesión. El más famoso contador de Mali, Baba Sissoko alternaba sus relatos en radio mali con la agricultura y el comercio.

 

Queda claro que con la entrada de los colonizadores a finales del siglo XIX la figura del griot se va transformando. Ya no existe esa casa real, por decirlo de alguna manera, que avale, si no que tiene que buscar mecenazgos o promotores para poder seguir viviendo porque en el fondo son artesanos de la palabra y viven de la palabra. Esta situación se acentúa con el éxodo a la urbe y su posición se debilita cada vez más. No obstante, los griot se convierten de alguna manera en músicos y gran parte de la escena musical de world music los valora y hay muchos músicos que forman parte de la estirpe musical de los griot. ¿Cómo acontece esto?

En un momento dado, en los años cincuenta y setenta, había muchos que buscando una oportunidad laboral se hacían pasar por griots y no lo eran. Algo que también enfadaba bastante a los griots. Pero, en África occidental, la música y la canción se han adaptado muchísimo a la modernidad. Ya no se cantan las proezas de los héroes del pasado, y el sonido se empieza a asemejar bastante a la música pop. Surge una fusión de instrumentos musicales durante los años cincuenta, sesenta, los griots malienses como Sidiki Diabate o Baba Sissoko empiezan a dar a conocer la tradición gracias a su dominio de la kora, del balafon o del ngoni, respectivamente. Muchos de los griots empiezan a ser descubiertos por otros músicos occidentales, por productoras y se produce una adaptación hacia la modernidad y hacia occidente.

Por eso existe una fusión de instrumentos musicales e incluso muchas veces ajenos a las culturas africanas. Mory Kanté, combinaba en su orquestra bastantes instrumentos electrónicos que escondían los sones de la ilustre kora. Y aunque el resultado originado en los estudios de París complacía al público occidental, muchas veces no despertaba la admiración de aquellos que en su país estaban bastante más arraigados a la cultura tradicional.

Tienes un caso muy claro de ejemplo de adaptación, que es el de Youssou Ndour. Tuve la oportunidad de hablar con él en alguna ocasión y me decía que su madre, que era una griot bastante conocida, se casó con alguien que no pertenecía a la casta de los griot y tuvo que renunciar a ejercer todas estas actividades. Lo que pasa es que, claro, los abuelos de Youssou Ndour eran griots, y él me confesó en una ocasión que lo que sabía lo había aprendido de la tradición. Y quién iba a decir que un griot iba a acabar siendo el Ministro de Cultura y Turismo. Era algo absolutamente impensable. Tienes también el caso de Sidi Samba, tuve la oportunidad de entrevistarlo y mi me interesó mucho porque es un caso de griot en cultura española. Le pregunté si había un conflicto entre griots más modernos y otros más ortodoxos, y el dijo que hay algo que tienen en común y que aunque estuvieran bastante alejados de la tradición la sangre es la sangre: “A veces nos alejamos de esta tradición en la manera de la música y en el contenido de las palabras, pero bueno, hay algo que se nota y que se percibe inmediatamente que es el arte”.

 

El arte. ¿El arte de qué?

Como dicen los andaluces el duende. ¿Sabes lo que te quiero decir?

 

El arte de hacer.

Exactamente, cuando nos introducimos en un entorno tradicional hay una reconciliación, entre comillas. Se crea un sentimiento de identidad, es lo que decía Sidi Samba. Habría que ver cómo percibe esto un griot tradicional de los que quedan. Obviamente van pasando los años y muchos de ellos van falleciendo.

 

Supongo que es una idea de pertenencia al grupo.

Exacto. Y luego tienes este fenómeno que fue muy interesante, cómo los políticos utilizaron a los griots durante las independencias. Por ejemplo, Léopold Sédar Sengor contaba con su griot oficial que era Yandé Codou. Presidentes como Modibo Keïta y posteriormente Moussa Traoré, durante las independencias, acudían a estos griots que tenían emisiones en la radio para ensalzar las figuras de los héroes del pasado. En cierto modo, eso ayudaba a crear una identificación. Los presidentes recuperaban un poco la tradición africana de los héroes para decir que ellos eran los nuevos héroes nacionales del siglo XX.

 

 

Has mencionado a Yandé Codou, la griot de Sengor. ¿Cómo es la relación de género con las mujeres griot y los hombres griot? ¿Hay alguna distinción por el hecho de ser mujer?

Sí, de hecho, creo que la gran evolución de la música y de la canción africana se produjo con estas divas griot. Pero parece ser que no lo tuvieron nada fácil. Pasaron de ser un complemento perfecto de los griot porque ellas, gracias a su voz destacaban. Trabajar en pareja con los hombres era muchísimo mejor; en el sentido que ellos tocaban un instrumento musical y ellas ponían la voz. Eso gustaba mucho al público africano tradicional. Pero poco a poco fueron adquiriendo mucho más protagonismo. El sector más conservador de la población les reprochaba que su repertorio se alejase demasiado de los temas tradicionales. La tecnología también contribuyó en cierto modo a aumentar los ingresos de estas mujeres y bueno, de ellos también. Por otra parte, a medida que tuvieron mayor fama, sus ingresos fueron mayores. Esto les daba más libertad y las llevaba a tener incluso problemas conyugales. A muchas de ellas este enjuiciamiento negativo no las amedrentó y empezaron a hablar y a reivindicar los derechos de las mujeres. Está el caso de Sira Moré Diabaté, con aquel éxito que reivindicaba la facultad de la mujer para casarse con el hombre que amara.

Estaba también, Fanta Sacko, que llegó a cantar ante el presidente de la República de Mali. Su carrera concluyó a mediados de los ochenta. Según decía la etnomusicóloga Lucy Durán, los músicos más conservadores que habían ridiculizado el repertorio de Fanta Sacko porque decían que sus canciones exaltaban a los sentimientos nacidos del amor, y que no se limitaban a los elogios de personajes históricos. Por todo esto, ellas no lo han tenido nada fácil. Había una griot que reprochaba que muchos de los maestros griots enseñaban a tocar instrumentos a mujeres occidentales blancas y con ellas eran mucho más reticentes. Quizás porque consideraban que si en este campo entraba una mujer africana entraba en una transgresión social. Y si entraba una blanca no veían tal transgresión. Esa es mi interpretación.

 

¿Y qué instrumentos tocaban normalmente?

Creo que la mayor parte de los griot tocan la kora, el balafon, también el djembé, el ngoni que es como un banjo. Pero luego también hay mucha fusión ahora de tradición y modernidad porque te encuentras también a algunos tocando la guitarra.

 

¿Quiénes considerarías que son los músicos más populares griots o que provienen de la casta de los griots?

Los más conocidos han obtenido fama internacional y ahí tienes a Abdoulaye Diabaté, que es el hijo de Baba Diabaté. El apellido Diabaté normalmente indica ya un origen de griot. También Ablaye Cissoko Doudou Ndiaye Rose Me, que falleció en el 2015, fue considerado tesoro viviente de la humanidad. Encontramos a Foday Musa Suso de Gambia, un gran músico que tuvo bastante éxito en Chicago, y se introdujo en el mundo del jazz. Toumani Diabaté, que me encanta como toca la kora, incluso ha obtenido algún premio grammy. En fin, hay muchos.

 

Toumani ha ido haciendo colaboraciones con otros músicos africanos. Hay un diálogo de repente entre los griots y lo no griots

Claro, exactamente. Además, ya te digo que si te pones a buscar videos de estos griot, seguro que encuentras muchísima fusión y los ves tocando con blancos, combinando diferentes instrumentos. Me imagino que además del público africano intentan complacer también a un público blanco occidental. Y ya no te digo la diáspora y los hijos de los africanos que viven en Europa y en Estados Unidos que tienen gustos musicales distintos a los de sus abuelos. La música se adapta a los gustos que hay en Europa tanto de africanos o de europeos procedentes de padres o abuelos africanos como de los blancos a los que les gusta este tipo de música. Vemos una clara adaptación, en mi opinión.

 

Como hablabas antes del rechazo a la figura de la mujer griot. Hay posiciones más ortodoxas y posiciones más flexibles. ¿Cuál es el debate actual que existe respecto a esta ortodoxia o pureza que exigen siempre los ortodoxos?

Es un poco lo que te comentaba con el caso de Sidi Samba. Obviamente los más apegados a gustos tradicionales muchas veces reprochan a estos nuevos cantantes que no pertenecen a familias griots, que se alejen. Pero los griots más tradicionalistas ya empiezan a desaparecer. Estamos en 2020.

 

Es una cuestión generacional, han vivido otros momentos y quizás son más nostálgicos a esa tradición. Y los actuales, pues el momento actual es el que es y aceptan la adaptación. Los griots siempre se han adaptado a los momentos.

Por supuesto, se han ido adaptando, pero yo creo que estas adaptaciones surgen principalmente en el siglo XX. El primer texto que yo he leído que mencionaba a un griot es el de Ibn Batuta que mencionaba a un griot en el siglo XIV. Hablaba de los barcos en África. Cuando vas examinando los relatos de los exploradores no ves gran evolución en sus funciones, en la colonización fue cuando se produjeron las grandes transformaciones en el mundo de los griot, con la aparición de las ciudades.

 

Y por último otra gran transformación es el movimiento, es decir, cuando ese griot tiene que abandonar su tierra y tiene que irse a otra tierra con cultura totalmente diferente. ¿Cómo se adapta ese griot que forma parte de una casta que deja de existir? ¿Cómo es la supervivencia del griot fuera de su entorno?

A partir de los años sesenta del siglo XX, la búsqueda de nuevas oportunidades laborales promueve en cierto modo el éxodo del medio rural. Muchos bambaras, por ejemplo, de los que se encuentran en Mali, pusieron su mirada en otros países africanos, pero también en Europa, en las grandes urbes francesas. Muchos de ellos habían obtenido un puesto de trabajo en Francia y luego consiguieron que su esposa se reuniese con ellos gracias a las políticas de agrupamiento familiar. Estos, además de trabajar en determinadas empresas seguían cumpliendo algunas de las funciones de los griots en ceremonias como en los matrimonios, los funerales, las celebraciones del final del Ramadán. De tal manera, que podían preservar la identidad de la comunidad africana en estas ciudades. Cambió un poco en cierto modo a inicios de los años ochenta porque la Jeliya, que es la profesión del griot, cobró mayor relevancia entre los inmigrantes en Francia. Así que tanto los griot como las griot desarrollaban en su trabajo una labor social y cultural. Además, las comunidades africanas de las grandes ciudades para determinadas ceremonias pagaban los billetes de avión, el alojamiento o les alojaban determinadas familias para que pudieran participar en las fiestas en las fiestas y ceremonias. Radio Francia Internacional también ayudaba a incrementar la fama de estos artistas cuando se producían grabaciones. Aquí tenemos que pensar en Francia principalmente que es lo que tenemos más cerca y por razones históricas obviamente el movimiento de los griots, los desplazamientos pues son fruto de las colonizaciones.

Estudié los griots que me encontré en España. Estaba el nieto de la griot Sengor, lo triste es que este chico combinaba su trabajo en el campo con su participación en un grupo de música. Pero que estoy seguro que imagino que cuando actuaba el público español desconoce que pertenecía a una familia de griot porque no sabrían ni lo que era un griot. Y en Recas, tuve la oportunidad hace unos años de entablar amistad con un griot. Su caso me parecía interesantísimo porque él vivía en Madrid, pero todos los fines de semana iba a Recas, que está en Toledo, y seguía manteniendo sus funciones en la comunidad griot. Él no tocaba ningún instrumento, eso es un fenómeno muy triste de la inmigración. Le pedí que me contara sus funciones, me dijo todo era muy descafeinado, que había perdido gran parte de los contenidos y se limitaba a la función de mediador social. Era su principal función. Cuando un maliense de la comunidad de Recas fallecía pues se ocupaba de ir casa por casa pidiendo una cotización o reunía dinero para la fiesta de la independencia de Mali. Cuando había algún problema él intentaba mediar para solucionarlo. Eso sí, los malienses me decían que cualquier celebración se hacía en fin de semana porque era fundamental que el griot estuviera allí.

 

Ósea que el griot sigue siendo una figura importante aún en la diáspora

Sí, aunque temo que esto se pierda. Es una pena porque sería interesantísimo para toda la población en general e incluso para los hijos o nietos de los africanos, para reivindicar, en cierto modo, que conocieran un poco sus raíces. Me parece que estaría muy bien que esta figura se reivindicara y no se perdiese.

 

Las griots Faotu Guewel y Hadja Kouyaté

 

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Tania Adam (Maputo, 1979) | fundadora y editora de radio africa magazine. Alter ego musical: Safura @taniasafuraadam

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