Clara Núñez – Barcelona | Publicado el 14 abril de 2016
Hace casi un año, cuando acabé la última página de la maravillosa novela Todo se desmorona de Chinua Achebe, al cerrarla me vino una pregunta directa a la cabeza: “¿Qué es cultura?”. Y acto seguido una afirmación, una constatación, un sentimiento: “Hay tantas cosas que no conozco, me falta tanto, tanto por aprender”.
En nuestra sociedad (muchas veces sin mala intención, tan solo repetimos lo que nos han enseñado) siempre utilizamos la palabra ‘cultura’ en un sentido positivo, prestigioso, intelectual y la hacemos patrimonio nuestro, como si lo que nosotros conocemos fuera lo único que hiciera falta conocer, como si fuese, no una cultura, si no la cultura. Pero en realidad nuestro conocimiento tiene grandes límites, y libros como este lo ponen en evidencia. Eso es algo muy significativo en un sentido histórico y político, pero no somos nosotros los que debemos sentirnos culpables o tontos por ignorar, sino darnos cuenta de que hay muchos intereses en que no nos cultivemos en algunos ámbitos. Que realmente somos ‘cultos’ de un modo concreto y controlado. Que simplemente hay, como diría la querida Chimamanda, muchas historias que no nos han contado.
Todo se desmorona es una narración deliciosa de la historia de Okonkwo, un guerrero igbo de la aldea de Umuofia que desde su particularidad nos lleva a lo universal y que, por el camino, nos enseña el modo de vida, las costumbres y la civilización del pueblo igbo en Nigeria, sin menosprecio ni tampoco exaltación de la tradición; relaciones familiares, modos de trabajo, matrimonios, nacimientos, normas, disciplina, conflictos, muerte…Como cualquier otra sociedad en cualquier otra parte del mundo, solo que en este caso es Nigeria, África, con la singularidad de la llegada de la colonización y sus posteriores consecuencias.
Muchos podrán dejarse arrastrar hasta este libro por el exotismo de la diferencia y otros creyendo que para Achebe la única motivación era hacer crítica del colono blanco; algunos buscarán en él una sed de justicia y un tono feroz contra la cultura occidental. Si queremos ver eso solamente, de un modo sutil lo encontraremos, pero si queremos ir más allá, viviremos intensamente la historia de un hombre atado por su pasado, incapaz de actuar movido por sus verdaderos sentimientos y sin fuerzas para superar las circunstancias exteriores que lo dominan, mientras ve como el mundo que siempre había conocido se desmorona. Es la caída de un mundo tradicional que desaparece e inevitablemente otro nuevo que comienza. Lo de siempre, pero no.
A pesar de estar considerado un gran libro y que su autor, el nigeriano Chinua Achebe, haya sido aclamado como uno de los mejores escritores de Nigeria y África, padre de las letras africanas y un sinfín de calificativos más que nos hacen sentir que algo nos estábamos perdiendo, si esta novela se escribió en 1957 y hasta hace apenas un año no la conocíamos, la realidad es que no la conocíamos. Y que muchos no la conocen todavía. Es hora de que eso cambie. En los colegios debería estar incluida, haríamos un favor a las futuras generaciones. Con algo de suerte les liberaríamos (un poco) del pesado yugo de los prejuicios y el racismo… ¡Qué suerte tendrían!
+ Clara Núñez | Redactora de Radio Africa Magazine. Licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona y postgraduada en Estudios Africanos por el Centre d’Estudis Africans y la Universitat Pompeu Fabra. Sus ámbitos de interés son la música, el arte y la literatura. Curiosa incansable de África en concreto y del mundo en general.
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