Samantha Ekpo Obono - Lisboa

“Lo que intenté escribir en los diferentes libros es la parte de nuestra memoria colectiva. Por lo tanto, nunca hablé con mi voz personal, incluso en los libros donde escribo en primera persona, llevo la voz colectiva”

Paulina Chiziane, nacida en 1955 en Manjacaze, Mozambique, es una destacada escritora cuya obra literaria ha sido reconocida con numerosos premios. En 2021, se convirtió en la primera persona negra en recibir el prestigioso Premio Camões. A lo largo de más de dos décadas de dedicación a su labor literaria, Paulina se ha consolidado como una de las mejores escritoras en lengua portuguesa, y sus libros han sido traducidos a varios idiomas y publicados en numerosos países. Su obra destaca por abordar con humanismo los problemas que enfrentan las mujeres africanas, así como las consecuencias de la guerra y las injusticias sociales que asolaron Mozambique durante el periodo colonial y poscolonial.

Creció en el seno de una familia humilde que se oponía al régimen portugués. Aprendió a hablar tres idiomas: ronga, que se habla desde Mozambique hasta Sudáfrica; chope, idioma que usaba con familiares y amigos; y portugués, que solo utilizaba en la escuela, ya que debido a los conflictos que sus padres tuvieron con colonos portugueses no era permitido en su casa. A lo largo de su carrera, ha optado por escribir todos sus libros en portugués, ya que durante su infancia y educación en la época colonial se le inculcó que usar su lengua materna la limitaría en la exploración de “otros mundos” y que el portugués era el camino correcto para la comunicación. Afortunadamente, descubriría que “cualquier lengua podría llevarla a cualquier lugar”.

Paulina Chiziane, Premio Camoes 2021. Fuente: Facebook Paulina Chiziane.

 

En su juventud, se consideraba poco atrevida en comparación con otras niñas de su edad. Sin embargo, fue la música la que la ayudó a romper su caparazón y expresar su arte. Desde temprana edad, se convirtió en su pasión y logró componer su primera pieza musical a los trece años. Esta pasión fue apaciguada por su padre, preocupado por la percepción social de tener una hija cantante, cosa que no era bien vista en esa época. Paulina continuó desarrollando su destreza en secreto, muchas veces fingiendo hacer sus tareas mientras componía música. A pesar de esto, nunca ocultó su aptitud por la música, ya que siempre creyó que “todo en la vida tiene su momento determinado” y que no se iría de este mundo sin volver a su pasión inicial. De hecho, la música es una de las tantas habilidades a las que se dedica en la actualidad.

Durante su infancia en la época colonial, fue testigo de la discriminación, violencia, injusticia y deterioro social en Mozambique. Estas experiencias despertaron en ella una profunda empatía por su país y por otras naciones africanas que sufrían las secuelas de la guerra y la persistencia del colonialismo enmascarado. A través de sus libros, buscó dar voz a la realidad de su nación y de su pueblo. Continuó sus estudios y se graduó en la Universidad Eduardo Mondlane, al mismo tiempo que trabajaba como voluntaria en la Cruz Roja, ayudando a los heridos de guerra y a las familias desplazadas. Este período fue especialmente difícil para ella, pero también se convirtió en una oportunidad para desarrollar su habilidad para escribir y plasmar las emociones y las historias que la impactaron. Como afirma Chiziane:

“Dicen que soy novelista y que fui la primera mujer mozambiqueña en escribir una novela, pero yo afirmo: soy contadora de historias y no novelista. Escribo libros con muchas historias, historias grandes y pequeñas. Me inspiro en los cuentos alrededor de la hoguera, mi primera escuela de arte”.

 

Un grupo de desplazados caminando por una carretera durante el conflicto en Mozambique. El número total de personas desplazadas internamente fue de 5,7 millones, con otros 1,7 millones de refugiados en países vecinos y aproximadamente un millón de personas muertas. Fuente: mozambiquehistory.net

 

La escritora Paulina Chiziane. © Douglas Freitas

 

La primera novela de Chiziane, Ventos do apocalipse, surgió en medio de las difíciles circunstancias que atravesaba Mozambique. Pocos años después de finalizar la guerra de independencia del país, estalló una guerra civil, lo que imposibilitó la publicación inmediata de su novela. Aun así, Paulina no se rindió, esta fue una de sus inspiraciones para seguir escribiendo, guardó su primera novela escrita y publicó una segunda más corta, Balada de amor ao vento (1990), reconocida como su primera novela publicada.

Balada de amor ao vento, narra la historia de amor y desamor entre Sarnau y Mwando, desde su juventud hasta la madurez. Una crónica centrada en los valores familiares y tradicionales que influencian a ambos personajes desde el principio. Sarnau, como mujer, se encuentra en el centro de las costumbres, y se espera que siga y sea guiada por ellas hasta el final de sus días, pues a las mujeres no se les permite tener identidad, opinión, ni exigir las mismas condiciones que tiene el hombre. Su deber es cumplir con los roles que se les han impuesto desde su nacimiento, como casarse con la persona elegida por su familia o convertirse en una de las muchas esposas de un hombre poderoso. Todo cambia cuando Sarnau conoce a Mwando en las orillas del río Save y pasa a vivir por y para él, una historia de amor que se verá envuelta en traiciones, humillaciones y sacrificios. La protagonista lucha constantemente con todas estas emociones hasta el final de la historia. Chiziane comenta que el sometimiento que Sarnau experimenta a diario no es aceptable en los ojos de ninguna mujer, al igual que la realidad que sufrió el país bajo el régimen y los conflictos que enfrentó después de la Independencia.

 

Portada Balada de amor ao vento, Paulina Chiziane, 1990.

 

Algunos críticos occidentales consideran que los personajes de Chiziane, y de los escritores africanos en general, viven en un mundo irreal, con situaciones delirantes y actuaciones fuera de lo común. Como si el lector estuviese leyendo sobre vidas surreales o ajenas a la realidad; ese “realismo mágico” en que se basa la literatura africana como dicen los críticos. Pero, en esas historias que en un principio pueden parecer imaginativas con personajes ficticios, existe una realidad perceptible, relacionada con la vivencia real de cada personaje. Como muy bien dice Paulina, es una contadora de historias y no todas las historias son ficticias.

La novela Ventos de apocalipse (1996), surge no solo como respuesta al devastador momento que atravesaba Mozambique, sino también como resultado de la inspiración que encontró en una sobreviviente de la guerra que conoció durante su trabajo en la Cruz Roja. Una señora que al verla escapaba de ella continuamente porque le recordaba a una hija que había perdido en la guerra y verla le provocaba un dolor inmenso. Esta experiencia le provocó pesadillas que solo lograba apaciguar a través de la escritura. Como ella y muchos otros sobrevivientes de conflictos pueden afirmar, la guerra deja secuelas que no se pueden eliminar y que se llevan en silencio en el presente, al fin y al cabo, “¿a quién conmueven las lágrimas en tiempos de guerra”. A partir de ese momento, comenzó a escribir esta novela basada en la Guerra Civil entre vecinos y en las terribles pérdidas humanas que asolaron a su país.

 

Mujeres refugiadas con sus hijos en Mapulanguene, en el distrito de Magude, en la provincia de Maputo, 1986. Fuente: mozambiquehistory.net

 

Este libro aborda temas importantes como la guerra, la miseria, el sufrimiento, la humillación, el odio, la superstición y la muerte. Sentimientos provocados entre dos pueblos: los mananga y los macuácua, dos vecinos que al principio desconocen las razones detrás de su enfrentamiento. Sin embargo, al llegar a las últimas páginas del libro, descubren que el verdadero enemigo no está entre ellos, sino en occidente, desde donde se está manipulando los hilos para que se enfrenten y terminen perdiendo todo, sin más opción que pedir ayuda al extranjero. Los libros de Chiziane no solo muestran la desolación de la guerra y los conflictos causados por el colonialismo, sino que también destacan un elemento fundamental y central en cada uno de ellos: la mujer.

“En todas las guerras del mundo nunca hubo arma más fulminante que la mujer, pero es a los hombres a los que pertenecen los honores de los generales”.

El Séptimo Juramento (2000) ejemplifica esto al revelar las complejidades de la vida cotidiana de las mujeres en una sociedad urbana donde se enfrentan a la subordinación impuesta por los hombres, y cómo ellas utilizan estrategias para superar esta carga. Aunque el libro comienza con una narración centrada en un personaje masculino, David, director general y el principal protagonista, a medida que avanza la historia también se revelan los personajes femeninos que desempeñan un papel crucial en la trama. Entre ellos se encuentra Vera, la primera esposa; Claudia, la secretaria amante y brazo derecho de David; la tía Lúcia, dueña de un burdel financiado por personas poderosas; y Mimi, una huérfana que trabaja en el burdel y que finalmente se convierte en la segunda esposa de David. Por último, la madre de David desempeña un papel importante al revelarle una herencia esperada de su padre, lo cual marca un momento crucial en la novela.

Con estos personajes, conocemos las peripecias de David, un mozambiqueño cuya aspiración es aumentar su poder socioeconómico y alcanzar una posición de poder político. En su búsqueda, David se involucra en actividades ilegales en su empresa y busca la protección de las sombras para mantener sus posesiones: su cargo como director general, su estabilidad económica, el peso social de mantener tres esposas para no ser considerado menos hombre por la sociedad y, por último, la satisfacción de sus deseos carnales. A través de un séptimo juramento realizado durante un ritual de iniciación en Massinga, la tierra de los brujos, David se compromete a acatar los principios de la brujería, sin ser consciente de todos los sacrificios que tendrá que hacer para mantener su estatus social.

 

Mujeres del frente del FRELIMO durante la guerra civil. ©Daniel Maquinasse. Fuente: mozambiquehistory.net

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Como contadora de historias, Chiziane se basa en sus vivencias para escribir, prueba de ello es su novela Niketche (2002), inspirada en una discusión que presenció entre mujeres cerca de su casa, aborda la poligamia desde la perspectiva de una mujer. La protagonista, Rami, una mujer casada desde haco veinte años con Tony, un respetado policía, descubre que su esposo no solo tiene una amante, sino cinco, cada una perteneciente a un clan diferente. Cada una de estas mujeres se comporta de manera distinta de acuerdo a sus tradiciones y siguen diferentes rituales.  Estos rituales incluyen los ritos de iniciación, en los cuales la mujer se convierte en una esposa sumisa cuyo objetivo es obedecer y complacer a su esposo, así como los ritos de viudez (Kutchinga), que obligan a las viudas a mantener relaciones sexuales con el hermano más joven de su esposo once días después de su fallecimiento para evitar ser repudiadas y expulsadas del clan, ya que como mujeres no pueden mantenerse por sí mismas.

Después de la decepción y humillación que siente la protagonista al descubrir la vida oculta de su marido, decide tomar cartas en el asunto y tener una conversación con cada una de sus amantes. Esta situación incomoda a Tony y desestabiliza la vida que creía tener perfectamente organizada.

En esta novela, que combina elementos cómicos con momentos de ingenuidad, amor y erotismo, vemos cómo Rami atraviesa diversas etapas de autodescubrimiento. Desde asistir a clases de sexualidad con la consejera del amor, donde aprende a complacer a su esposo, hasta enfrentarse a una situación trágica en la que considera pedir el divorcio, pasando por noches de locura en las que se deja llevar por un fuego interior del que no era plenamente consciente.

 

Portada del libro Niketche, Paulina Chiziane, 2002.

 

En El alegre canto de la perdiz (2008), retrata una vez más a la mujer africana como víctima de la dominación colonial y tradicional. Describe el cuerpo negro femenino, Delfina, una mujer bonita “una negra de aquellas que le gusta a los blancos”. La historia se desarrolla en la época del colonialismo en Mozambique, donde las mujeres negras eran símbolos de explotación. Delfina, la protagonista, es vendida por su madre a cambio de té y azúcar. Ella rechaza su piel oscura y su cultura, y tiene dos hijos con un hombre negro de buen corazón, pero busca cumplir su deseo más profundo: casarse con un hombre blanco y tener hijos mulatos. Por otro lado, Maria das Dores, la hija de Delfina, es aún más oscura que su madre y sufre constantemente el rechazo de ella, además de enfrentarse a la pobreza y a ser vendida por su propia madre. A medida que avanza la historia, Maria das Dores pierde la cordura debido a estas experiencias, así como por la pérdida de sus dos hijos.

A través de estas historias, explora las complejidades de la identidad racial, presenta la cruda realidad de algunas mujeres negras que luchan con la falta de autoestima y el rechazo hacia su color de piel. Mujeres buscan desesperadamente encontrar aceptación y que para lograrlo, llegan a adorar a los blancos y renegar de su propia identidad racial, creyendo que solo así podrán integrarse en un mundo en el que nunca serán aceptadas.

Es interesante cómo crea personajes femeninos negros en sus obras. Aunque la autora misma afirma sentirse bien consigo misma y estar orgullosa de su negritud, es capaz de ofrecer una crítica constructiva sobre las circunstancias que muchas mujeres negras enfrentan y cómo se comparan con los estándares occidentales de belleza. Una tendencia muy generalizada en África y que no es nada más que el resultado del legado del colonialismo europeo, que buscaba denigrar la imagen de las personas negras e imponer la “supremacía blanca”.

 

Portada del libro O canto alegre da perdiz, Paulina Chiziane, 2008.

 

Chiziane prometió abandonar la literatura en 2017, debido al impacto negativo que sus libros generaban en su propia tierra. En Mozambique, la literatura no era un espacio para la libertad, y se veía obligada a escribir y estar de acuerdo con las posturas impuestas por la iglesia, la política y otras personas que intentaban silenciarla. llamándola pecadora, hechicera y otros injurias.

“Quiero libertad para poder mostrar a la sociedad el lado positivo y negativo de las cosas y que no escribo para agradar a nadie”.

Para alegría de muchos siguió escribiendo: “Si quieres conocer la libertad, sigue el rastro de las golondrinas” y es así como continúa otro de sus libros As Andorinhas (2009), Na mão de Deus y, Por quem vibram os tambores do além (2013), Ngoma Yethu: o curandeiro e o Novo Testamento (2015), y su última novela hasta hoy: O canto dos escravizados (2017). Este último libro está lleno de elementos poéticos y se divide en partes: “Testamento”, “Canto de dor e Desepero”, “Canto de resistencia”, “Canto de liberdade” “Á volta da fogueira” y “Canto de esperança”. Explora diversos temas y describe el mar como un lugar de tránsito que conecta dos espacios diferentes y representa la transición entre el miedo, el valor y el reencuentro con los antepasados.

Paulina Chiziane festejando em Quelimane – Praça dos Herois, 2006. © Carmo Editora.

 

En conclusión, Paulina Chiziane es una autora pionera en el mundo literario que busca llegar a personas de todas las edades, desde jóvenes hasta adultos: “las generaciones se tienen que comunicar y la transmisión de valores es hecha a través de la expresión del arte porque lo escrita es un arte”. Además, destaca como una precursora en las luchas sociales y ha sido un pilar importante para las mujeres negras africanas. Sus historias han despertado una variedad de emociones en diferentes lugares, lo que ha llevado a que sea venerada y respetada en cualquier país de habla portuguesa. Es fundamental reconocer que es una mujer fuerte y valiente que desde la década de 1990 ha abordado temas que no siempre son bien recibidos en algunas sociedades africanas, como la poligamia y ciertas tradiciones culturales, así como también temas relacionados con el régimen portugués, la guerra y el colonialismo que asoló África y en particular su tierra, Mozambique.

 

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Samantha Ekpo Obono. Lectora insaciable @booksmuna

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