Raquel Villar – Pérez. Londres | Mário Macilau, es un joven fotógrafo mozambiqueño que está acaparando la atención internacional del mundillo del arte. A través de sus proyectos fotográficos, documenta los efectos del mundo contemporáneo en los países del sur a nivel socioeconómico y medioambiental, dignificando a los diferentes grupos sociales que estas circunstancias globales dejan en situación de exclusión.
Mário entiende la fotografía como una herramienta de transformación social, que sirve para dar a conocer la historia de otras gentes. Desde el 2007, ha retratado a los trabajadores de cemento de Mozambique, proyecto que irónicamente titula El precio del cemento (The Price of Cement), los pobladores de un basurero de las afueras de Nairobi en Kenia al que titula Viviendo en el margen (Living on the Edge) o su proyecto más reciente, Creciendo en la oscuridad (Growing in Darkness) el en que capta diferentes momentos del día a día de las vidas de las niñas y niños que habitan las calles de Maputo, su ciudad natal y con los que además comparte su historia en común. Creciendo en la oscuridad está expuesto en la sala del Vaticano de la 56 edición de Bienal de Venecia, abierta hasta el 22 de noviembre y ha sido artista destacado en la tercera edición de la Feria de Arte Contemporáneo Africano 1:54, que tuvo lugar en la capital británica, la semana pasada.
Ninja | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Enjoying | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Taking a shower | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
¿Qué se esconde detrás de la oscuridad a la que se refiere el título? Creciendo en la oscuridad es un proyecto abierto en el cual el fotógrafo mozambiqueño ha dedicado tres años a retratar momentos de las vidas de las niñas y niños que habitan las calles de la ciudad de Maputo. Bien porque sus padres han fallecido, por motivos de violencia doméstica, o porque sus familiares no han podido hacerse cargo económicamente de ellos, estas niñas y niños han sido despojados de una vida familiar al modo convencional. En grupo, ocupan edificios abandonados que no tienen ningún tipo de acceso al agua corriente o a la electricidad, aclimatan sus guaridas con telas y toallas que quedan custodiadas por todo tipo de muñecos y maniquíes encontrados en los escombros, hasta que la inseguridad permanente de ser encontrados y desalojados por las autoridades locales, les lleve a migrar a otros edificios.
Los niños y niñas de las calles de Maputo, se dedican a hacer trabajos varios para sobrevivir: limpian coches, ayudan en los mercados a llevar de un lado a otro mercancías o con las bolsas a las compradoras, sisan y revenden marihuana y en el caso de las niñas, recurren a la prostitución, ya que no son aceptadas dentro del mercado de trabajo fácilmente. Su desdicha en la oscuridad, es una realidad que no sólo se limita a la falta de recursos básicos, sino también una metáfora de la penumbra en la discurren sus vidas, durmiendo normalmente de día y malviviendo de noche por temor a ser ‘cazados’ por las autoridades locales, quienes, habiendo sido niños de la calle antes de convertirse en autoridad, les mantienen atemorizados.
A pesar de todo, las niñas y niños de las calles de Maputo encuentran luz y alegría en las pequeñas cosas. Como niñas y niños que son, su imaginación les lleva a conformar nuevas identidades, con las que se sienten más cómodos que con aquella impuesta por su procedencia familiar, reciclan materiales con los que elaboran juguetes que imitan aquello de las películas que ven en los cines populares, comparten cigarros de marihuana y se cuidan los unos a los otros, conformando un nuevo modelo de familia.
Mário Macilau, no sólo ha dado visibilidad a los niños y niñas de las calles de Maputo; irónicamente, la artistificación de su desgracia se ha ganado la misericordia del mundo del arte, que ha expuesto la crudeza de la niñas y niños de las calles de Maputo en la sala del Vaticano, emblema por excelencia de la caridad y de la humanidad cristiana. La inclusión del proyecto de Macilau en dicha sala queda como metáfora de la igualdad social hecha real.
Stairs of Shadows | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Dreaming of sunset | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Private security | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Flagarant | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Long Standing | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Emilio Mukele | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Playing | Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Dreamer| Series: Growing in Darkness, 2012-2015
Fotografías cedidas por Ed Cross Fine Art
Raquel Villar-Perez es una investigadora cultural y artista visual. Su investigación se centra en la producción artística y cinematográfica de mujeres africanas y de la diáspora latinoamericana, así como en los diálogos temáticos y estéticos que se establecen entre un lado y el otro del Atlántico. Su práctica artística se enmarca dentro de la fotografía y el cine-documental a través de los cuales celebra la africanidad. Para ello establece colaboraciones con diferentes entidades dentro y fuera del continente africano.
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