Conversando con Juana María Mulata, muestra expositiva de la artista Mariem Iman en el Palacio de los Condes de Gavia, Granada.
Al entrar en la exposición de Mariem, me detengo en primer lugar en el texto de sala que dice así:
Al igual que en Cuba la Regla de Ocha o la Regla de Palo Monte, el candomblé o la umbanda de Brasil son creencias sincréticas y eclécticas de las que derivan nuevas cosmovisiones, imaginarios que resultan en formas de entender el mundo y, en consecuencia, en concepciones estéticas. Ya no son ni lo uno ni lo otro. Rinden incansablemente homenaje a los ancestros y a un origen incierto; constatan la historia de mezclas secretas e indescifrables. Lenguajes que no son los de antes, pero siguen persiguiendo lo sagrado a través de la palabra, el signo, el objeto o el rito.
Conversar con Juana María Mulata, una esclava de la Nueva España del siglo XVIII acusada por delitos de hechicería por la Inquisición, forma parte de ese culto diaspórico a un origen incierto. Supone hacer sentir los efectos de ser percibidas como extrañas en el lugar donde hemos nacido, crear un sentido de pertenencia a través del imaginario íntimo que se apropia de una deriva histórica que dialoga entre África, Europa y América.
Se trata de ofrecer un lugar a quienes buscan sentidos de pertenencia, la posibilidad de descansar un momento. Una oda a la lógica de la diáspora, al deseo de volver, a los tornaviajes: los viajes de regreso rastreables en los laberintos de la memoria. Crear caminos para regresar a un sitio que ya no se sabe cuál es. Explorar un origen imposible instalado en la memoria con más fuerza que lo realmente vivido.
Como son varias las charlas que hemos mantenido la artista Mariem Iman y yo últimamente, aprovechamos en esta ocasión su primera exposición individual; Conversando con Juana María Mulata para hablar acerca de su obra y de la importancia que tiene el arte al abordar temas de vigente actualidad, creando a su vez espacios de reflexión, crítica y diálogo.
María Bueno. Mariem, la exposición Conversando con Juana María Mulata es el fruto de tu Trabajo de Fin de Grado de Bellas Artes en Granada, ¿cierto? ¿Nos hablas de la necesidad de darle forma expositiva a esta investigación previa?
Mariem Iman. Sí. Conversando con Juana María Mulata es un proyecto que tiene sus inicios en el año 2016 más o menos, que fue cuando de casualidad, para una asignatura de Antropología Histórica que impartía Aurelia Martín Casares, encontramos en el Archivo Histórico Nacional de España, el expediente inquisitorial de Juana María. Todo empezó porque yo estaba un poco perdida y no sabía qué estudiar en aquella asignatura. Aurelia me dijo que introdujera cualquier palabra en la base de datos del archivo. Introduje “mulata” y el primer documento que apareció fue “Proceso de Fe de Juana María, mulata, esclava de Juan Gil, vecino de Santiago de Monclova (sic) (México), seguido en el Tribunal de la Inquisición de México, por supersticiones y hechicería. Fue reprendida. 1758”.
Expediente inquisitorial de Juana
Sentí un flechazo enseguida. Creo que me di cuenta de que se trataba de una forma muy especial y muy concreta de comprender una parte del proceso histórico de las categorías raciales en el mundo hispánico: en la piel de una joven de dieciocho años que era percibida como mulata. Yo tenía más o menos la misma edad en ese momento y se convirtió en una oportunidad muy emocionante: ¿Cómo sería hablar con Juana? ¿Y si Juana y yo pudiéramos comunicarnos ahora?
Me guiaba la ilusión por dignificar qué hay detrás de las historias de personas que, como Juana, no se limitan a una condición de esclavitud. Indagar en sus deseos, inquietudes, anhelos, prácticas y rituales fue el origen del proyecto artístico. Incluso, al año siguiente de encontrar su expediente, tuve la oportunidad de ir a Cuba de intercambio e investigué prácticas de magia de amor en cultos afrocubanos, lo que también fue una forma de acercarme a ella, ya que fue por este tipo de prácticas, por lo que fue encarcelada.
Lo que empezó como un trabajo de clase para estudiar su vida y el tipo de prácticas mágicas por las que fue perseguida, se fue convirtiendo en un lazo de comunicación a la vez que un punto de partida, para empezar a encontrarme reflejada en la historia de España. Se convertía también en una vía para fusionar nuestras vidas y mostrar la historia como una narración que no es lineal…Y qué mejor que la vía artística como el medio más adecuado para esta experimentación: por su gran capacidad integradora, siendo el punto de encuentro de experiencias, medios y cosmovisiones dispares.
MB. En esta exposición nos hablas de una mujer con orígenes negros, castigada justo por ser quien es, al suponer un peligro para el sistema colonial/capitalista que España empieza a tramar en el continente americano, el cual llega a hoy día. Cuando hablamos de la invisibilidad, de la poca y de haberla, a menudo es una subrepresentación de la otredad en la narrativa imperante actual, ¿realmente somos conscientes de las características de nuestro sistema y de cómo opera, para darnos cuenta de que el relato de Juana María entra en la lógica de acción del mismo?
MI. Considero, tal y como subrayas, que la invisibilidad de afrodescendientes en la historia de España es tan sistemática que hablar de nosotrxs en la actualidad todavía resulta algo novedoso y peculiar. Esta novedad es la que en realidad me parece chocante. Quizá es fruto de un desinterés historiográfico en la Península, de una forma de construir “saber” vinculada con relaciones de poder que implican que interesen unos temas y no otros. Por suerte, desde finales del siglo XX se está combatiendo este desinterés, ya que han proliferado trabajos de investigación que inciden en la gran presencia histórica de africanxs y afrodescendientes, no sólo en el mundo hispano, sino en la Península precisamente. Así, se sabe que la España peninsular fue el país europeo con mayor población de origen africano, teniendo gran protagonismo las ciudades portuarias de Andalucía como Cádiz, Sevilla y Huelva.
Yo que soy de Huelva, me parece importante señalar que mi ciudad, en el siglo XV, fue un importante núcleo de demandadores y proveedores de esclavos africanos, dado su destacado puerto de Palos de la Frontera, pionero a su vez en las navegaciones atlánticas. Así, en el siglo XVI, ya existía en Huelva y provincia población esclava de origen africano nacida en la región. Cándida Huelva, por ejemplo, fue una esclava liberada que vivió en el Puerto de Santa María (Cádiz) hasta 1951, y su apellido denota la procedencia o amo (Pacheco la relaciona con las familias onubenses que aún tenían esclavos).
En este sentido, creo que es todo un reto reconstruir la historia de la población afrodescendiente en el mundo hispano. La manera de conocer sus vivencias es a través de la relación de la documentación histórica como fuentes notariales, eclesiásticas, jurídicas o actas capitulares. Estas operan, tal y como comentas, dentro de las lógicas del poder de la época, por lo que son útiles a la hora de entender el fenómeno de la esclavitud pero no permiten una comprensión biográfica profunda. En el caso de Juana, su historia está escrita por los oficiales del Santo Oficio de la Inquisición pero las palabras de ella quedan condicionadas por la sentencia y el castigo que le estaba por venir. Por tanto, conocer su punto de vista no es posible a través de un documento inquisitorial.
MB. ¿De qué manera este proyecto te permite abrir espacios-tiempos y canales de diálogo (insospechados) no sólo con Juana María, sino también con tus ancestros africanos? Háblanos de lo que tú entiendes por “tornaviajes”.
MI. Hablar con Juana María es como hacer un collage. Es un posicionamiento que supone entender la historia en el sentido de la memoria, mezclando en un mismo plano historia, emoción, vivencia y anhelo. Hablar con Juana María es encontrar, metafóricamente, a una amiga en el tiempo, dar con un reflejo en la historia, es una forma de decir; no soy nueva, soy de aquí y es así porque han habido más personas (Juana o Cándida, por ejemplo) que, como yo, han sido tratadas como foráneas a pesar de haber nacido/vivido aquí. Es una forma de combatir la novedad de ser africanx o afrodescendiente en España, de conectar la afrodescendencia del mundo hispanoamericano con la de la España peninsular.
Tornaviaje, obra de Mariem Iman
Detalles Tornaviaje
Tornaviaje, además, es el nombre que recibió la reciente exposición del Prado sobre el “Arte iberoamericano en España”, para tratar la circulación de objetos artísticos que existió entre España y América. Éstos respondían a propósitos como la reafirmación del dominio de la metrópoli; tal es el caso del cuadro de María Luisa de Toledo e indígena, a motivaciones históricas documentales como es la pintura de castas, a factores religiosos o al reconocimiento de las elites criollas, siendo el caso de la obra titulada Los tres Mulatos de Esmeraldas. Tornaviaje significa «viaje de regreso» y para mí la conversación con Juana consiste en un tornaviaje en clave íntimo, ligado a la relación entre África, América y España (por seguir siendo, como vengo señalando, un macro-fenómeno histórico que aún hoy día afecta a la forma en la que las personas racializadas se entienden a sí mismas y son percibidas socialmente, en el contexto español y en Latinoamérica).
MB. En una charla que Maiá Fernandes dio en la Universidad de Málaga este mismo año, acerca de la creación artística afroespañola ligada a diferentes lugares geográficos, comentaba que dicho mapeo le permitía “traer los ancestros de vuelta a casa”. ¿Ocurre algo parecido al iniciar este viaje artístico con Juana María?
MI. Traer los ancestros de vuelta a casa. Honestamente, siento que la premisa y el deseo que ha guiado este trabajo ha sido ese. Mi tornaviaje, resultado de la conversación con Juana, forma parte de ese volver, de ese traer. Ari, la casa nómada, es ese espacio donde poder descansar momentáneamente de esa búsqueda de pertenencia, de ese viaje espacial y geográfico, dando lugar a un “cobijo” legítimo para las prácticas mágicas de Juana (que, más allá de tener un valor extraordinario, son supervivencias híbridas de la diáspora bien activas en muchos lugares de Latinoamérica y el Caribe).
MB. Mariem, haciendo correlaciones, desde la corriente Gestalt se hereda lo que no se sabe gestionar. Si nos remitimos a las Constelaciones Familiares, los invisibilizados piden estar. Desde mi punto de vista, pareciera como si este ejercicio de escuchar a los que ocupan un lugar desde hace mucho y no vemos, se materializara en tu proyecto.
MI. Tal y como me comentas… los invisibilizados piden su lugar. Ocurre en la familia y ocurre en las dinámicas de la historia en general. Creo que es una guía a través de las generaciones. Nos persigue lo que ha pasado antes, porque la historia genera circunstancias que crean sentidos para entendernos a nosotrxs mismxs. ¿Por qué hay quién me llama mulata?, ¿Por qué me han insultado o idealizado por ser no-blanca? Tenemos la responsabilidad de revisitar/revisar esa historia, de reinventar los sentidos para entender nuestra posición en el mundo, también de buscar una sanación que es generacional. Intentar, si se puede, una reparación de un daño que se transforma. El arte, pero muchas otras prácticas, son capaces de buscar esa reparación, son canales de comunicación con nuestros muertos, con nuestros coetáneos, son proyecciones de futuro, son la oportunidad de planear, de negociar visiones de la realidad, que eventualmente, la transforman, y todo este trabajo tiene ese potencial. En mi caso, me llamo Mariem, porque mi abuela se llamaba Mariem. Ella era afar, que es una comunidad nómada de Etiopía. Ella tuvo una posición muy especial en su comunidad y yo hoy llevo su nombre. Para mí eso es un honor y un punto de retorno constante en mi práctica. Juana, al igual que yo, nació totalmente deslocalizada de sus orígenes y también era percibida como mulata, en un momento en el que eso se entendía como una “calidad social” de forma jurídica, existiendo además reglamentaciones para regular el comportamiento de negros y mulatos… ¿Qué ocurre con todo eso? Hay personas que hoy todavía conectamos con esa realidad histórica y lo vivimos como algo muy reciente. Esa deslocalización implica un deseo de búsqueda, en mi caso, hasta el momento vital. No es solo volver a un lugar geográfico. Es un volver en todos los sentidos: histórico, emocional, familiar…
MB. Háblanos de Juana María y del documento que encontraste de ella, que a su vez te sirvió de punto de arranque para este proyecto. ¿Nos puedes compartir y explicar obras destacadas de esta muestra?
MI. Encontrar el expediente de Juana, fue la manera que tuve para encontrar un reflejo en la historia, una amiga en el tiempo, como ya he dicho. La posibilidad de poder hablar con ella. De traerla al presente y de visitarla yo a ella. Estudiar su expediente, fue una forma de acercarme a su historia, pero es un archivo que está escrito por los inquisidores y por los testimonios de los testigos que la acusaban de hechicería, que eran españoles y españolas que vivían en Coahuila. Lo que pasó realmente es un secreto y mi conversación con ella, también, porque hay experiencias que no entran dentro de las formas hegemónicas de construir saber, como las que están más ligadas a las prácticas de transmisión oral. De la conversación con Juana surgen para esta muestra tres obras, Tornaviaje, Amuleto y Ari.
Tornaviaje es una forma íntima de entender la relación histórica entre Europa, América y África, combinado lo autobiográfico, el paisaje subjetivo y material de archivo. He utilizado la tela de arpillera porque también forma parte del comercio transatlántico colonial. Hay una re-elaboración de un mapa de un barco de transporte de esclavos, haciendo hincapié en los amuletos que llevaron consigo como un símbolo para pensar sobre las religiones africanas que se transformaron y todavía sobreviven en la diáspora. De hecho, a Juana la encarcelaron en Coahuila porque le encontraron un amuleto y fue el origen de su persecución inquisitorial. Tuve la suerte de encontrar un mapa de Coahuila en la época que vivió Juana y también se encuentra en la obra.
Ari y Amuleto
Amuleto
Amuleto es también una propuesta escultórica en la muestra, realizada con cañas y hojas secas, abundantes de las zonas en la que vivo en Huelva. Esta pieza surge como una forma de reflexionar en los objetos sagrados que sirven como lugar de reunión espiritual.
Ari es una forma de compartir la búsqueda de mis orígenes con los de Juana, quien era huérfana, de padres desconocidos. Esta casa funciona como un refugio que legitima las prácticas mágicas de Juana a la vez que es un lugar de encuentro y de descanso. Tomé como referencia las aris afares, ya que son casas nómadas realizadas con estructura de ramas recubiertas por telas.
Utilicé cañas por ser abundantes en mi entorno, y las recubrí de telas recicladas que pinté posteriormente. Hace algunos años, me encontré con un santero cubano que vivía en Granada. Precisamente, me comentaba sobre su práctica religiosa afrocubana estando en España, donde no se encuentran muchos de los ingredientes o elementos para realizar ciertas prácticas. Me comentó de la importancia de adaptarse a lo que sí había aquí, al entorno inmediato, tanto conceptual como materialmente. Ese pensamiento me guió a darle mucha importancia a lo cotidiano, a apreciar lo sagrado en todas partes, también como otra forma de respetar mi entorno.
Juana y yo estamos hablando de la presencia negra/mulata en el mundo hispano, ella desde un punto de vista colonial y yo desde la España de hoy. Realizamos una hibridación de nuestras historias vitales para explorar un imaginario de la diáspora que no trata de imitar lo que desconocemos, sino de expandir los pequeños recuerdos que todavía perviven, íntimos y sociales, como una forma esencial de comprender nuestras historias.
Partimos de lo que conocemos para regresar, una y otra vez, a lo que colinda en las formas de entendernos a nosotras mismas, con el deseo de integrar en el cuerpo social español la histórica presencia africana, que inevitablemente está atravesada por la construcción social de las identidades raciales y por la historia de la esclavitud en Europa, África y América.
MB. En algún momento dado hablas de construir, gracias al arte, una especie de refugio o zona de descanso en el que ser y estar. Siempre pienso en la capacidad del arte para generar acercamiento, espacios de diálogo o, simplemente, lugares en los que permanecer desde la no-acción, ¿me explico? Amiri Baraka habla del momento puro de la creación, alejado de etiquetas, ¿Qué opinas de esto que comento?
MI. De hecho, Ari entra dentro de lo que comentas, es un refugio, una zona de descanso, desde la que simplemente permanecer a la vez que es un espacio de diálogo. Un lugar de protección, de resguardo, de defensa. Sobre el momento puro de creación, creo que es algo con lo que no me identifico, porque creo que toda experiencia, incluida la creación es algún tipo de reacción, una pregunta, una búsqueda, una solución o una respuesta. Quizá me decantaría por decir el momento híbrido de la creación, porque mi posicionamiento es que partimos de un contexto, de una negociación, de una red de relaciones, de un lugar en el mundo con el que interactuamos…
Ari
Interior de Ari
MB. He leído tu Trabajo de Fin de Grado y quería que nos detuviésemos en dos aspectos. Por un lado afirmas que éste forma parte de una búsqueda familiar, histórica, antropológica, estética y artística sobre el mestizaje afro-español. Cuéntanos un poco más acerca de lo que comentas, vinculando arte y vida.
MI. Jo, primero, ¡muchas gracias por haberte leído el TFG! Sí.. sobre mi punto de partida, no entiendo la separación entre arte y vida. Quizá funciona en otras circunstancias. Esta separación puede ser una deriva de una tradición que concibe el saber de forma compartimentada. Veo que el arte, es un medio capaz de conjugar diferentes planos de experiencia, porque está muy aceptado su carácter intuitivo, experimental, híbrido, especulativo… creo que también, frecuentemente, en la investigación los científicos parten de cuestiones muy personales para plantear ciertas investigaciones y no otras, incluso para decantarse por unas corrientes teóricas y no otras, para apostar por ciertas hipótesis, o para crear los interrogantes que guían la propia investigación. Vida, no sé, depende de lo que se entienda, pero la experiencia íntima es probablemente lo que guía a las personas en sus elecciones cotidianas…
MB. Por otro lado, veo que en este viaje-proyecto, al menos inicialmente, has estado acompañada por el artista y docente Santi Lara, ¿de qué manera os habéis “hermanado” para construir ese lugar en el que encontrarte y abrazar a Juana María?
MI. Conocí a Santi porque impartía en Bellas Artes la asignatura de Pintura de paisaje y entorno natural en la Universidad de Granada. Me llamó especialmente la atención su enfoque en la asignatura, pues nos compartió referentes afro en la pintura, lo cual fue algo que ocurrió por primera vez en toda la carrera y una gran inspiración para crear este proyecto. Estudiamos a Tomashi Jackson a Kerry James Marshall o a Belkis Ayón, cuyos trabajos yo no conocía y para mí se convirtieron en una vía esencial y súper potente desde donde pensar la interacción africana en el mundo occidental, ya que sus obras unen experiencia estética e investigación histórica, lo cual me parece un medio para explorar la realidad muy eficaz. Siento que Santi me proporcionó un terreno fértil desde dónde empezar a pensar el proyecto de Juana María en otras claves, unos referentes con los que me sentí muy identificada y su mano amiga para emprender desde donde yo considerara más adecuado. De hecho, en su método respetaba y potenciaba que partiéramos siempre desde nuestra intuición. Yo creo que eso es fundamental y lo hablaba hace poco con mi amiga Ana Pérez, la importancia de cultivar la intuición en la práctica artística, porque es una guía, que en el momento no se entiende muy bien de donde parte o hacia donde nos lleva, pero que conviene conservar en todo momento, pues es lo único que permanece cuando no se sabe por dónde empezar, cómo seguir…
Mariem e interior Ari
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María Bueno (IG: @mb.mariabueno / FB: María Bueno) es artista plástica formada entre Europa y EE.UU. apasionada del arte y la cocina, así como de la vinculación entre ambos, María Bueno practica un activismo cultural que, ya sea a través de sus propias obras y recetas culinarias o a través de trabajos colaborativos, comisariados y textos publicados, atienden al concepto de MEMORIA; en este caso colectiva. Sus proyectos de sesgo social han sido recogidos en el New York Times.
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