Lo decíamos hace un par de años: aquellos que Fanon llamó “Los condenados de la tierra” han decidido dejar de serlo. ¿Quiere esto decir que Fanon ya no es un referente? ¿Frantz Fanon, el revolucionario pensador y psiquiatra caribeño ya no brilla en el firmamento de las grandes estrellas míticas de las luchas por la libertad de los oprimidos? Más bien significa que, con el paso del tiempo, algún día hay que enfrentarse a todos los héroes, a los dioses y a los padres, para cuestionarlos, deconstruirlos, despojarlos de su aura divina. A menos que queramos repetir sus errores y jugar la partida de la vida como si fuéramos ellos, en su contexto y momento histórico, y no nosotras mismas en otro tiempo y otros espacios. Sólo así, quizás, podremos perdonarles sus sueños no cumplidos, sus ambigüedades y contradicciones, rescatarlos de sus callejones sin salida.
Los movimientos colectivos de emancipación se construyen con muchas noches oscuras y solitarias del alma, de eso Fanon sabía mucho, no todo es euforia y alianzas indestructibles. Para hallar la clave donde se cruzan las iniquidades históricas con la propia y personal existencia en el presente y sus posibilidades, a veces un poema basta. Los Versos para Fanon de la poeta caribeña Jennifer Rahim son la rabia viva, una herejía quizás para activistas antirracistas de nuevo cuño, pero finalmente una oración íntima de reconciliación con todo lo que no pudo ser y que nos tiene aún aquí, in the struggle, como dicen en el Caribe, solas y tendiendo puentes hacia nuevos viejos saberes y formas de ser en el mundo.
Poeta, ensayista, escritora de relatos, investigadora y profesora de literaturas caribeñas en el campus que tiene la Universidad de las Antillas en la isla de Trinidad y Tobago donde nació, Jennifer Rahim no es en realidad una poeta emergente. Como tan a menudo ocurre cuando desde occidente se descubren creadores del sur global, pareciera que acaba de nacer aunque ya hace más de 25 años que publicó su primera colección de poemas, Mothers Are Not Only Linguists, seguida de Between the Fence and the Forest y luego Approaching Sabbaths, que la dio a conocer más ampliamente al ganar el premio Casa de las Américas en 2010. Además de sus constantes publicaciones en revistas literarias y antologías caribeñas e internacionales, también ha hecho incursiones en el género de ficción con sus relatos recogidos en el aclamado Songster and other stories y, más recientemente, en 2017, con Curfew Chronicles.
Versos para Fanon forma parte del poemario Ground Level que Rahim publicó en 2014, una colección que contiene algunos de sus versos más brillantes y profundos, donde explora con rigor poético y sin sentimentalismos las fisuras ocultas en las complejidades históricas, sociales y culturales del Caribe contemporáneo. Con abundantes elementos autobiográficos, su poesía nos revela una de las identidades más complejas del Caribe, resultado del cruce y la mezcla de varias culturas y diversas trayectorias vitales. De los golpes, agresiones y abusos perpetrados por los diferentes rostros del poder, no hay una liberación absoluta para Rahim, pero sí poemas que son desahogos para librarse de fantasmas, ajustes de cuentas con la historia, tributos cargados del duelo inconexo que acompaña la revelación de figuras revolucionarias casi míticas. Como Fanon, recordado en sus Versos en un acto lleno de ferocidad y honestidad, a la vez contemplativo y lleno de compasión. Huyendo de victimismos, Rahim sabe que su vida, como mujer caribeña afrodescendiente, poeta, intelectual y activista de nuestro tiempo, está irremediablemente ligada a estos héroes caídos de otras épocas y similares luchas. Y no obstante, este legado para ella se hunde en la posibilidad de una existencia menos brutalizada donde pueda arraigar y fortalecerse la intuición de una voz propia, la construcción a través de la poesía de una nueva identidad, reconocedora del pasado pero también crítica e innovadora. En este vaivén e incierta posición, Rahim busca conscientemente formar su propio ser. Son tiempos de zozobra los nuestros, que pueden robarnos hasta la voluntad misma de vivir y de crear, hasta la fe en los grandes faros que en algún momento nos enseñaron y guiaron hasta aquí. El poema Versos para Fanon que aquí presentamos nos recuerda que es posible sobrevivir a casi todas las cosas y a casi todos los hombres, y que el arte perdura a pesar de las muchas mordazas que buscan silenciarlo.
Antes de presentar a Jennifer Rahim a través de su Versos para Fanon, es importante reconocer y agradecer dónde y quién nos la descubrió. Fue el pasado mes de marzo en Barcelona durante la Jornada de Estudios Afrodescendientes coordinado por Cristina Alsina Rísquez (ADHUC–Universitat de Barcelona), Dúnia Gras (Universitat de Barcelona) y Karo Moret (Universitat Pompeu Fabra). Y fue gracias a la inspiradora ponencia de Maria Grau Perejoan, profesora de Literaturas Modernas en la Universitat de Barcelona y especializada en la traducción de mujeres poetas emergentes del Caribe. Allí nos habló de la invisibilización y falta de reconocimiento de las mujeres que escriben desde el Caribe, en contraste con la mayor proyección de autoras afrodescendientes que escriben desde las metrópolis. Una carencia que espera paliar con su antología bilingüe (inglés-castellano) The Sea Needs No Ornament | El mar no necesita ornamento, premiada con un PEN Translates Award y de inminente publicación en Peepal Tree Press, editorial de referencia de las letras caribeñas. Esperamos con ilusión su presentación en Barcelona.
Jennifer Rahim. Lines to Fanon | Versos para Fanon
[En el poemario Ground Level, Peepal Tree Press, 2014]
Versos para Fanon I
Insistías en que hablabas por tu época.
Pues es ahora, Fanon. Como torpes albañiles,
construimos sobre la arena de jerarquías falsas
todo tipo de prejuicios mezclados con mortero,
muros erigidos para dividir, no para cobijarnos a todos –
somos extraños unos para otros.
Escucha, la tierra ruge con el infierno
de su construcción: las naciones clonan la democracia
con la guerra, las religiones sacrifican la fe por el dogma,
la inocencia asesinada sobre el altar
de pasiones horrendas.
¡Es la hora de la carroña, hermano!
Aquí no hay gente, solo la triste compañía de fantasmas
abrazados unos a otros, las puertas selladas, refugiándose
de la tormenta de nuestro colosal fracaso
para amar más allá de toda creencia
venerada o detestada.
Reza, santo imperfecto,
para que al fin demos el salto.
Versos para Fanon II
El mundo no es como tú lo deseabas, hermano.
Quizá nunca esperaste que llegara,
sino que fundiste la esperanza en un lenguaje tan grande
como la metáfora – la única fe capaz de transportar
la visión hasta trascender las líneas duras que nos encierran
en parcelas demasiado pequeñas para el universo
que fluye, incesante, por tu sangre.
El mundo no es como te lo imaginabas.
Llegaste tan pronto, y nosotros tan tarde.
Somos una humanidad que arrastra los pies, destinada
a lamentarnos del reino que casi fue.
No, no somos las estrellas que soñabas
tocar, fulgores puros y libres
de todo pasado –cegando la visión-,
como niños de ojos vivos, por fin.
Nota a mí misma
También los padres merecen el trato del siete-veces-setenta. (Nota a mí misma: no es un poema.) Nada de lo que he dicho de ti era cierto. Nada de lo dicho sabía de tu sufrimiento contenido, que solo pude imaginar. Padre, viviste la condena de mi deseo, que fueras un héroe en aquellos tiempos de dioses caídos. Yo quería que fueras un dios que me rescatara. No, nunca habría que escribir a los padres salvo si les permitimos, primero, ser carne, necesitados de perdón. Solo ahora, cuando tu vida se ilumina al final, empiezo a verte.
***
Lines to Fanon I
You insisted you spoke for your time.
Well, it is now, Fanon. Like foolish masons,
we build on the sand of false hierarchies,
prejudices of all kinds mixed with mortar,
walls erected to divide, not house us all –
strangers to each other.
Listen, the earth is noisy with the hell
of its construction: nations clone democracy
with war, religions sacrifice faith to dogma,
innocence murdered on the altar
of horrid passions.
Carrion time, brother!
No people here, just a sad company of ghosts
huddled together, doors bolted, keeping dry
from the storm of our colossal failure
to love larger than any creed
we venerate or hate.
Pray, imperfect saint,
we finally leap the gate.
Lines to Fanon II
The world is not as you desired, brother.
Maybe you never expected its arrival,
but worked hope into a language large
as metaphor – the one faith that transports
vision across hardened lines that gird us
in plots much too small for the universe
coursing, seamless, through your blood.
The world is not as you imagined it.
You were too soon, and we too late.
So we are a drag-foot humanity, destined
to lament the kingdom almost possible.
No, we are not the stars you dreamed
to touch, pure radiances unfettered
by any past – barring vision –
like bright-eyed children, at last.
Note to Self
Fathers, too, deserve the seven times seventy rule. (Note to self: not a poem.) Nothing I ever said of you was true. Nothing said visited your pursed suffering I could only imagine. Father, you lived the sentence of my wanting you to be a hero, in those days when gods fell. I wanted you to be a god to my rescue. No, fathers should never be written unless we allow them, first, to be flesh, needing forgiveness. Only now, when your life glows at its end, I begin to see you.
Traducción y presentación: Kira Bermúdez
Kira: Soy hija y compañera de camino de un largo linaje de mujeres y hombres en movimiento y mestizaje entre continentes y paisajes diversos a través de los siglos, a menudo contra natura y también, a veces, por aventura. Me he hecho en Barcelona como en tantos lugares, con la fuerza de mi gente, con quienes he vivido y aprendido y trabajado, y con el atrevimiento de saber que podemos reimaginar nuestras vidas, mezclarlas, transgredirlas, transformarlas para ser más libres y más distraídas de los caminos trillados que se nos imponen. Todo eso y más, sólo porque me ha faltado el coraje para ser cantante de blues o escritora de novelas revolucionarias.
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