Lucía Piedra Galarraga - Barcelona * Cuba

Si hablamos del cuerpo negro podríamos decir que no hay un cuerpo y si lo hay. Pero más bien lo que hay es un cuerpo que vive, se produce y se representa en fragmentos.

Unos buenos dientes, el folículo capilar que tiene la misma estructura anatómica que cualquier otro, las nannis de leche, el aparato reproductivo al servicio del complejo esclavista atlántico, de la ciencia, el cuerpo descerebrado – separado de su organización y de su emoción, los torsos, los pies, los buenos brazos, las manos firmes y todo lo que refleja un signo de humanidad animalizado. Fragmentos tras fragmento se ha producido el cuerpo negro.

Hoy ¿Se produce de la misma manera? ¿Cómo se auto-produce este cuerpo? ¿Ha logrado articularse? ¿En qué? ¿Cómo? ¿El cuerpo negro se constituye en aquello que llamamos “negritud”? ¿La negritud lo define?

No tengo idea. No puedo responder a estas preguntas aún.

Y ya que no puedo hablar a través de una auto-representación exclusivista por la violencia que ello me genera, por el borramiento de mi propia complejidad que eso implica, intentaré preguntarme cosas más que definir a través de algo que voy a llamar My Yellow Brick presentation. Para ello utilizo un objeto complejo. Es un altar al que le pongo y le quito. Un súper objeto compuesto -en este caso- de infinitos objetos y textos y no sabría decir que lo puede componer en el futuro. Eternamente inacabado. Conmigo misma me cuesta sintetizar. No me haría justicia. Mi diálogo va a pasar a través de este objeto complejo…..sólo pasar…. pasar preguntando ¿Cómo me interpela eso que llaman negritud? ¿Cómo me ven? ¿Cómo me veo?

Dirijo mis preguntas a un altar-brick porque contiene elementos que no vemos, pero con los que interactuo, elementos que se “tragan” y que mi cuerpo somatiza. Estos elementos de consumo y defensa los pongo allí, los tengo en mi y me sirven para ese proceso de ascesis que me permite a la vez purificación, cuidado, emborronamiento e interrogación, maldición, venganza, traición. Mi altar ha sido construido en el tiempo pasando por mi incapacidad de definición para dar paso a la capacidad de enunciación y para continuar de la indiferencia a a diferencia. Para llegar a ese momento donde ya la raza no exista. Para diluir mi mulatez y ese lugar que ocupa en aquello que llamamos “negritud”.

Pero ahora tenemos un horizonte ¿Cuál es? ¿Qué nos plantea? ¿Qué incomodidades me plantea?

Altar de la microhistoria from Lucia Piedra Galarraga on Vimeo.

pregunto: ¿Desde qué lugar hablo?

1ra digresión:

Persona afrodescendiente, mestiza, sin interés en definir una identidad sexual, sujeta migrante. Pero no soy Africa. Eso es parte de una definición pero tampoco es la definición. No tengo sueños de retorno a una identidad nostálgica que se hayan declinado de una esencialidad pura y de lo disímil porque entiendo mi identidad como algo que va en un sentido futuro, sin desconocer el pasado, pero hacia el futuro. En movimiento hacia lo desconocido. Para mi un proyecto de insurrección radical y de autonomía en nombre de la diferencia -como dice Mbembe– no puede venir de una simple inversión mimética del conflicto racial.

Esta cosa del Belonging a veces es un fardo pesado cuando te obliga a pasar por estrecheces como la de “representar” lo negro con lo que se supone que sea lo negro. ¿Y qué es lo negro hoy? Quiero pertenecer sin condiciones. Si mi altar representa algún tipo de oshunalidad es porque esta es eléctrica, trapper, de una nueva cosmopolítica, diaspórica, confusa, difusa. La complejidad por delante del reduccionismo siempre.

Oración

Desatad a la reina reinona

La reina es mona

La reina es Kingkona

Queen kingkona

A la reina le gusta ese dandismo desafiante del Conk,

pelucas moradas y verdes

La artificialidad exagerada contra esos códigos “naturales”

La guerra semiótica

Altar
 

pregunto: ¿Desde donde vivo mi propia práctica?

2da digresión:

Desde el lugar de la crítica y la reflexión y a través de las prácticas investigativas y creativas, desde la experiencia encarnada, desde los espacios políticos de los que entro y salgo y desde la crítica al recorrido que observo por esos mismos espacios.

¿Qué es a fin de cuentas, “lo negro” en la cultura pop negra? O, más específicamente ¿Cómo encajan Mark Mark y Vanilla Ice y Charlie Pride y Linving Colour en nuestros marcos de referencia? O sea, los dos primeros suena a negro, pero no lo son, y los dos últimos son negros pero no suenan a negro, si veis por donde voy. Por eso -y lo digo en serio-, ¿Cuál es la marca de la identidad negra en nuestra cultura pop? se pregunta Marlon Riggs.

¿Cómo nos representamos y auto-representamos? ¿Que hacemos y cómo manejamos lo que ha servido para representarnos hasta ahora? ¿A que economía política de las imágenes estamos contribuyendo? En esta crisis de la representación está claro que dentro de la formas renovadas del capitalismo se cuenta ahora con la posibilidad de exponerse y auto-representarse. No hay duda de que un negro se corresponde con un negro. Pero ¿Por qué se le está dando espacio con los algoritmos que nos hace pensar que se habla mucho de los negros? ¿Es esa la negritud ahora?

Los que nos resistimos a esto, los que dudamos y sospechamos ¿Creemos que hemos renovado nuestra imaginación política como para responder a esa acción necropolítica del capitalismo contemporáneo? ¿Con qué formas vamos a interrumpir ese relato de la normalidad que se va creando? Mi altar es una mentira que voy despedazando, que quiero despedazar cada día.

¿En verdad esto es una resistencia?

Hogar 1
Hogar 2
 

Oración

Desatad a la reina reinona

La reina es mona

La reina es Kingkona

Queen kingkona

A la reina le gusta ese dandismo desafiante del Conk,

pelucas moradas y verdes

La artificialidad exagerada contra esos códigos “naturales”

La guerra semiótica

Hogar 3

pregunto:¿Para quién hablo?

3ra digresión:

Blackness is not a market niche, es el título de unas de las investigaciones que comparto con una amiga. Un capítulo. Y un acicate para entender qué está sucediendo ahora, en un momento de hiperexposición de los cuerpos racializados. Ya sea por iniciativa o por políticas de representación. Prefiero decir para quien no hablo. No hablo para los militantes chic’s que se hacen acompañar de racializados, ni para los feminismos categorizados, ni en dirección a los esencialismos estetizantes. Me interesa dirigir mi discurso -en el formato que adquiera este- a analizar y criticar por una parte las formas en las cuales se gobiernan unos cuerpos. Esas formas de gobierno para ciertos cuerpos, que destacan la identidad clínica de lo político y pasan por la farmaco-política, las fronteras, la sexualidad, los estilos, las redes y los medios, la industria carcelaria, las cosmopolíticas en cualquier coordenada de la diáspora colonial, en sus lugares de origen y en el territorio español. Y por otra parte me interesa dirigir mi análisis desde una perspectiva crítica a cómo se responde desde la resistencia a esas formas de gobierno.

¿Me pregunto si la “negritud” es una especie de comunidad inconfesable abocada eternamente a la autodefinición esquizofrénica, a un reposicionamiento permanente”? ¿Tenemos derecho a la opacidad, la podremos vivir? ¿Si bajamos el volumen de la expresión de la rabia con que nos quedamos?

El ensalvajamiento que se instauró como modelo en el siglo XV con las prácticas coloniales/imperiales se practican hoy en día a escala global borrando la distinción entre ser humano, cosa y mercancía. El llamado “devenir negro del mundo”. ¿En este devenir negro global hay un término como la “negritud” que se sostenga en su demarcación de cuerpo o de territorio o inclusive de cultura?

Los objetos se cambian de lugar, las formas de gobernabilidad también. Mañana sumo un jaguar, un café, una nota. Oremos!

 

Oración

Desatad a la reina reinona

La reina es mona

La reina es Kingkona

Queen kingkona

A la reina le gusta ese dandismo desafiante del Conk,

pelucas moradas y verdes

La artificialidad exagerada contra esos códigos “naturales”

La guerra semiótica

Kankonkinkinkong!!!

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Lucia Piedra Galarraga (La Habana, Cuba). Investigadora y comisaria independiente. Interesada por el activismo antirracista, las formas de gobernabilidad y el pensamiento crítico. Ha participado como comisaria del proyecto “Relaciones ortográficas (en tiempos revueltos)” ganador del ciclo Terrassa Comisariat 2013-2014. Ha obtenido el grado de Máster (propio) en el Programa de Estudios Independientes coordinado por el MACBA y el grupo de investigación Cos i textualitat de la Universidad Autónoma de Barcelona, curso 2014-2015. Ha participado como comisaria en el proyecto “Ne travaillez jamais” ganador del Curatorial Challengue (II) de ADN Platform 2015. Ha obtenido el grado de Máster en Estudios culturales y literatura comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona, curso 2015-2016. Participó en el proyecto “One year women´s performance 2015-2016” de la artista Raquel Friera como comisaria y coordinadora de actividades para el Palau de la Virreina, 2018. Becaria en Centro Huarte por el proyecto «FRIZZ, BUTTER y PEINE CALIENTE, Una anatomía para “lo negro”». Beca de investigación y texto crítico de TEOR/éTica para este 2018 por el proyecto ÉL QUE NO TIENE DE CONGO TIENE DE KARABALÍ. La construcción de “lo negro” visto a través de la obra de Susana Delahante Matienzo. Actualmente coordina el grupo de investigación “Grupo de Pensamiento, Prácticas y Activismos Afro/Negros” asociado al MACBA para el período 2018-2019

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