Existe en Escultura, una antigua técnica llamada de la cera perdida. En esta técnica, se moldea una figura en cera para después envolverla en material refractario, se somete a gran temperatura y la cera se derrite, dejando el espacio para que entre el bronce. El resultado es una escultura de bronce bien definida…de la cera que le dio forma, no queda ni rastro.
Encontramos en España y en Guinea Ecuatorial, una última generación de mujeres que fue sometida a un brutal modelaje: el de la colonización. Trataré aquí la experiencia más cercana para mí, el caso de las mujeres de mi familia.
Durante mi infancia, en una España blanca donde las pocas mujeres negras que podíamos ver en los medios eran artistas maravillosas, aunque muy alejadas de nuestra realidad (admirábamos a Tina Turner, Nina Simone, Coco, Miriam Makeba…), necesitábamos referentes cercanas y las encontramos en casa: eran nuestras madres, abuelas, tías, primas. En la familia, estas mujeres han sido un referente para las más jóvenes.
Entrevista de un periódico local a las 3 estudiantes becarias llegadas de Guinea Ecuatorial a Valencia. Principio años ´60. Álbum familiar.
Muchas mujeres de la generación de mi madre fueron apartadas de sus casas y pueblos para ser internadas en colegios religiosos. No había más opciones tras la educación elemental: si querían continuar con sus estudios, debían desplazarse. Durante el periodo escolar, las internas no volvían a sus casas en muchos meses, las que vivían lejos, como era el caso de mi madre, no podían ir a sus pueblos a visitar a sus familiares. Aunque sí podían recibir visitas, vivían separadas de sus familias. En aquellos centros educativos, no se les permitía hablar sus lenguas maternas, sólo el español. Cuando una interna era sorprendida hablando su lengua materna, era sancionada y se le colocaba un gran collar de caracolas, tremendamente ruidoso, del que solo se podría desprender si sorprendía a otra compañera hablando una lengua distinta del español.
Estas mujeres fueron bautizadas y se les dio un nombre cristiano, aunque siguieron conservando sus nombres nativos. Recordemos que el nombre dado a alguien, forma parte de la cultura de muchos pueblos, tiene un significado y una historia.
En las escuelas e internados fueron educadas como católicas, aunque esto no impedía su participación en ceremonias tradicionales. Fruto de ello, nace un sincretismo o hibridación religiosa entre el catolicismo y las creencias más ancestrales, transmitidas a lo largo de generaciones.
También en aquellos centros educativos, fueron educadas para ser madres de familia tradicional, concepto que ellas incorporaron a las distintas ideas de familia que ya tenían interiorizadas, familias en las que los hijos o hijas podían criarse con otras personas por propia elección o por necesidad, sin que ello debiera suponer un problema afectivo: mi abuela crió a niños y niñas que decidieron ir a vivir con ella, o que fueron dejadas a su cargo. Esta costumbre también se reproduce en las familias guineanas de la España peninsular, aunque a ojos de la sociedad española, se ha podido confundir con el abandono o la indiferencia hacia los propios hijos o hijas. Mi madre o mis primas han acogido en sus casas a sobrinas, nietas, sobrinas adoptivas…
Clase de plancha en el colegio de las madres concepcionistas en Basilé (1912), MECD, AGA, Sección África, Fondo Ministerio de Estado, IDD (15)018.000, Guinea, caja 81/6956 (antigua sign. G-684, exp. 5). Extraído de https://books.openedition.org/cvz/6350
De esta manera, en escuelas e internados, alejadas de sus familias, se iba moldeando a las futuras generaciones nativas de la, entonces, Guinea Española. A pesar del proceso de aculturación, las personas colonizadas consiguen mantener los lazos familiares, costumbres, recuerdos, valores y creencias. Es más, el objetivo colonial de crear una élite con estudios para darle continuidad al régimen impuesto, se tambalea cuando son estas mismas personas quienes juegan un papel importante tiempo después, en el proceso de independencia.
Algunas de las mujeres de mi familia desarrollaron una profesión, llegando a ser maestras, enfermeras, administrativas, políticas y activistas, en una época en la que el papel de las mujeres en la sociedad española, estaba aún bastante limitado al hogar y la crianza.
A pesar del proceso de aculturación y de haber asimilado parte de la cultura española, además en una época bastante conservadora, y pese a haber sido moldeadas por el colonialismo español, han preservado su autonomía y entereza. Asimismo, se han desenvuelto en una sociedad que las ha sometido a una continua extranjerización. En primer lugar, extranjerización social, ya que, si bien nacieron como españolas, su tono de piel y sus orígenes no correspondía con la idea de españolidad. Más tarde, el proceso de extranjerización se extiende también al área administrativa: cuando somos pocas, somos exóticas, cuando somos más, puede incomodar…
La Sección Femenina en Guinea. Recuperada de https://calle19septiembre.blogspot.com/2017/07/la-seccion-femenina.html
Hemos conocido sus historias y sabemos que son mujeres resilientes ante situaciones como la migración forzosa. Nos han transmitido la autonomía para desarrollarnos como personas completas, han transformado su desarraigo y nos han ofrecido explorar lugares en los que poder crecer y vivir experiencias. Y lo más importante, no han olvidado sus raíces y nos han hecho muy conscientes de las nuestras, compartiendo sus saberes e historias con las siguientes generaciones.
Aunque no haya trazas visibles de esa cera perdida, aún queda algo del modelaje colonial diluido en la herencia que recibimos de nuestras mayores. Llega a nosotras en forma de costumbre, de creencia… El conocimiento de las historias de vida de estas mujeres, también nos puede dar herramientas para identificar y desechar el lastre colonial.
Artículo publicado originalmente en la Revista Afrolis el 8 de agosto de 2023 “A cera perdida”.
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Esther García Ejome es licenciada en Bellas Artes (UPV), posgrado y máster en Cultura y Pensamiento de los Pueblos Negros (UCM). Sus áreas de trabajo son la docencia y la investigación. Le interesa y estudia las Artes y la Historia del continente africano, con especial atención a las historias de los colectivos africanos y afrodescendientes en España. Como integrante del proyecto España Negra, amplía y desarrolla su trabajo de investigación, centrado en conocer y reconocer diferentes legados africanos.
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