El investigador y activista panafricanista Apolo Carvalho fue invitado a presentar el libro, el 4 de mayo. El evento, que reunió a grandes nombres del movimiento negro en Portugal, contó con un análisis exhaustivo del trabajo mostrado en Tribuna negra: orígenes del movimiento negro en Portugal (1911-1933), y compartimos la última parte del texto.
La segunda parte del libro se centra en las biografías de cinco personajes que han marcado la historia de Portugal, todos ellos pertenecientes a las clases más privilegiadas. Destaco a Mário Domingues y Georgina Ribas o Virgínia Quaresma, entre otros, cuyas biografías abren espacio para una serie de interrogantes y temas aún por investigar. La tercera parte del libro reflexiona sobre el movimiento negro en el presente y hace consideraciones sobre el futuro. Destaco la inclusión de un importante mapa organizado en colaboración con Ana Alcântara, que enriquece enormemente la forma en que podemos pensar sobre Lisboa y su producción de invisibilidades. Quizás se puedan rehacer las rutas de la Lisboa africana, incluyendo nuevas rutas.
Mário Domingues fue un escritor, activista y periodista. Algunos de sus artículos más conocidos se recogen en el libro ‘Mário Domingues – A afirmação Negra e a Questão Colonial’ de José Luís García, Edições Tinta da China, 2022.
La existencia de los citados periódicos, en un momento particularmente difícil, nos desafía hoy. Ha habido quejas constantes sobre la falta de representación de los negros en los principales medios de comunicación y llamamientos a la creación de medios negros donde se cuestionen nuestros problemas. En fin, un medio sobre nosotros y para nosotros. A pesar de algunos proyectos como Plataforma Gueto, Afrolis, y más recientemente Afrolink, entre otros, aún es necesario pensar, a la luz de las posibilidades tecnológicas actuales, el tema de la “soberanía mediática”. De hecho, muchas cosas nos desafían en este libro. Uno de ellos también tiene que ver con la eterna cuestión de la organización. Conocer la historia de estos movimientos nos abre espacios para pensar mejor nuestro presente en términos de métodos. Las alianzas, prioridades, interlocutores y elecciones en términos políticos e ideológicos que hemos o no hemos hecho.
Cuando se habla de movimientos negros, a menudo se pone el foco en la cuestión de las divisiones internas, las rupturas, la disidencia. Estos términos aparecen varias veces. El libro incluso menciona cierta pelea que tuvo lugar en Rossio. Me pregunto hasta qué punto no esencializamos los propios movimientos prestando demasiada atención a los fracturadores. El disentimiento es común en todas las comunidades humanas y políticas, y la unidad misma también está hecha de disentimiento.
Me parece que existe un cierto fetiche en el mundo académico por la disidencia entre comunidades y organizaciones racializadas y esto exige de nosotros una mayor atención en términos de pensamiento crítico. Hablar de todas nuestras organizaciones implica elegir qué queremos destacar y por qué. Todos sabemos que la unidad no es algo fácil o asegurado solo porque compartimos algo en común. Cabral resuelve de manera sublime esta cuestión cuando dice “para luchar se necesita la unidad, pero para mantener la unidad también se necesita luchar” y la lucha implica rupturas y reconstrucciones.
Es lo que sucede cuando, en un encuentro realizado en 1950 con los exdirigentes de la Casa de África Portuguesa, la generación de la Casa dos Estudantes do Império habría buscado abrazar una nueva era. Ante la falta de voluntad de João de Castro “el viejo zorro” para romper de verdad con el poder colonial, Amílcar Cabral dijo, según nos cuenta Mário Pinto de Andrade que “todos los africanos honestos deben salir de esta sala”. Quizás allí se aplicó la teoría de la unidad que luego desarrollaría Cabral. Unidad sí, pero no con todos. Unidad con quien quiera la unidad. El episodio con João de Castro es simbólico en cuanto a las rupturas dentro de la lucha, pero no significa una ruptura entre movimientos. La ruptura se hizo ahí, sí, pero con cierto tipo de generación -dentro de un movimiento más amplio- que, por sus condiciones de vida más privilegiadas, también estuvo marcada por ambigüedades.
A pesar de las ambigüedades y contradicciones, lo que unió a todas estas generaciones fue su negritud, la centralidad de África y su internacionalismo. Es un internacionalismo panafricanista que me interesa. El carácter panafricano de la acción política de esta generación es ciertamente abundante considerando el poco interés que el panafricanismo suscita hoy en varios círculos activistas aquí en Portugal. La presencia de la mujer en este movimiento laico se discute desde Lisboa y sus movimientos. Se plantea aquí la urgencia de hablar de la tiranía del patriarcado dentro de las luchas, como herencia de la biblioteca colonial y la necesidad de hablar de otros modos de masculinidad.
Georgina Ribas fue una pianista y feminista pionera de la liberación de las mujeres en Portugal. Dirigió varias organizaciones del siglo XX del movimiento negro y feminista en Portugal, como el Partido Nacional Africano, el Gremio KE-Aflikana, y el Movimiento de Mujeres Africanas.
Georgina Ribas citada como una de las líderes del movimiento africano en dos páginas del diario del movimiento negro portugués ‘A Voz De África’ (1912-1913 y 1927-1930).
Retomo el tema del Panafricanismo para hablar de por qué me interesó este libro y qué significa para mí su publicación hoy, en 2023 y en un contexto en el que se celebra el centenario del natalicio de Amílcar Cabral (quien todavía inspira a la gente hoy en nuestras luchas), pero un contexto también marcado por la precariedad de la vida de la gente en los barrios, por el avance de la extrema derecha dentro del parlamento portugués, por la brutalidad policial, por el cinismo de cierta izquierda, en definitiva, por el avance del racismo.
La publicación de este libro es sin duda un acto y un gesto de autorreparación. Y es el conocimiento de la densidad y complejidad de nuestra historia lo que nos permite llevar a cabo este acto. Este ha sido el enfoque de muchos intelectuales negros en África y la diáspora. En una conferencia en 1984, Cheikh Anta se dirigió a los jóvenes de Niamey en estos términos: “Il n’y a qu’un seul salut, c’est la connaissance directe (…)Formez-vous, armez-vous de sciences jusqu’aux dents (…) et arrachez votre patrimoine culturel.” [“Solo hay una salvación, es el conocimiento directo (…) Fórmate, ármate de ciencia hasta los dientes (…) y arrebata tu patrimonio cultural”.]
En un nutridísimo conversatorio organizado por el INMUNE (Instituto de la Mujer Negra en Portugal) y que es importante dejar constancia para la memoria de los negros en Portugal, Ângela Graça, Cristina Roldão, Lúcia Furtado y Raquel Lima, se interrogaron sobre el futuro del movimiento en Portugal.
La conciencia histórica, el conocimiento de una historia verdadera, que nos dignifique y nos sitúe como sujetos, es un paso fundamental para hacer este retorno al futuro. Ese futuro que es, ahora, como dirían los afrosurrealistas. Mirar ese futuro implica, la reafricanización de los espíritus, iniciando el largo y perpetuo vuelo Sankofa de regreso a las fuentes.
Esta no es una tarea fácil. Es muy citada la frase de Audre Lorde donde se afirma que las herramientas del maestro no desmantelaron la casa del maestro, pero la gran verdad es que gran parte de nuestra historia está prisionera dentro de las casas del maestro. Bibliotecas y archivos coloniales. ¿Cómo lidiar con esta herencia colonial?, ¿qué instrumentos forjar para tener acceso, a otras formas de ver, leer y contarnos?
La biblioteca colonial, tal como la discute Mudimbe, es una colección de textos y documentos producidos por el colonialismo que se utilizaron para crear y perpetuar representaciones estereotipadas y puntos de vista simplistas sobre las culturas africanas, los africanos y su papel en el mundo. Escrita principalmente por colonos europeos y sus misioneros, esta biblioteca incluye una serie de documentos tales como cuadernos de viaje, diarios, registros administrativos, informes misioneros, literatura colonial, entre otros.
Como instrumento de poder, esta biblioteca fue utilizada para legitimar la colonización y justificar la explotación de los pueblos africanos. Según Mudimbe, para comprender verdaderamente África y las culturas africanas, es necesario ir más allá de la biblioteca colonial y considerar otras fuentes de conocimiento y perspectivas no eurocéntricas.
Esta noción de biblioteca colonial, que incluye varios archivos coloniales, es importante para pensar este desafío de escribir una historiografía negra diferente en Portugal y en el mundo. La escritura de una historia no lineal.
Virgínia Quaresma fue la primera reportera portuguesa. Imagen de Virgínia Quaresma en la redacción del diario ‘A Época’ en 1912 © Jornal A Época (RJ)
Personajes como Achille Mbembe (a pesar de la decepción con sus decisiones políticas franco-macrófonas) han sido importantes para que miremos más críticamente esta biblioteca, los archivos y su estrecha relación con la muerte, la muerte del saber. Parafraseando a Mbembe, si habitar un archivo colonial es, en cierto modo, habitar una tumba, entonces, ¿cómo hacerlo cuando gran parte de nuestra historia está retenida en archivos coloniales?
En su parte final, el libro Tribuna Negra nos da varias pistas al mencionar la importancia de construir un archivo negro. Creo que este es un paso fundamental porque solo así podremos fertilizar nuestra imaginación con nuevas posibilidades. Pero la construcción de este archivo, que prefiero llamarlo panafricano, incluye también la necesidad de catalogar e insertar en sí mismo los archivos coloniales. El rechazo del archivo colonial es el rechazo de una deuda histórica. Mantener vivo y descolonizado este archivo es mantener vivo el proyecto de reparación.
Entiendo la reparación como una posibilidad de relación. En este camino, la cuestión del aliento y la vida es importante. Participar en este largo proceso de creación de un archivo panafricano aquí en Portugal implica hacer ciencia de una manera diferente, sobre todo porque si seguimos la noción eurocéntrica de archivo, nos damos cuenta de que no todo es archivable, el archivo “produce basura” que descarta porque entiende que no interesan ser conocidos ni recordados Los silencios de los que hablaba Depelchin (los vacíos). No se tienen en cuenta.
Por otro lado, la obsesión por las fuentes escritas conduce muchas veces al despilfarro de una serie de otras fuentes de conocimiento que están a nuestro alcance. El Cuerpo como archivo, biblioteca o “cuerpo-documento” del que hablan Beatriz Nascimento o Amadou Hampaté Bâ, nos lleva a buscar y cuestionar otras memorias, relatos, saberes, experiencias no mapeadas y quizás no mapeables. ¿Cómo podemos registrar y dar cuenta de todo esto si no en una relación más orgánica con el conocimiento, como nos aconseja el quilombola Nego Bispo?
En un conversatorio organizado por Canal Pensar Africanamente, Thula Pires dice que “No leemos a Fanon por mera erudición, leemos a Fanon por una necesidad vital”. Cuidar nuestro archivo es, en cierto modo, cuidar la vida. La momificación no es un proceso de zombificación donde se establece una relación “mórbida” con la muerte. La importancia del panafricanismo en este proceso de construcción de otra biblioteca es fundamental. Como primera corriente historiográfica que miró al africano como sujeto de su propia historia, el panafricanismo nos brinda la posibilidad de mirar a la biblioteca afro-diaspórica como una reserva de poder para nuestra afirmación cultural total. Creo que este libro es en cierto modo un importante recordatorio de la enorme reserva de poder que es la historia negra no solo en Portugal sino también en el mundo.
Siento que ya he gastado todo el tiempo que me han dado para hablar, solo quería cerrar, recordar la conversación del INMUNE (Instituto de la Mujer Negra en Portugal) en el 2021 que ya les comenté. En ese encuentro, que un día será considerado histórico para nosotros, Ángela preguntó cómo veían el futuro del movimiento negro. Entre las respuestas, Lúcia Furtado dijo de manera profética, hechicera, poética: “MUCHAS MUJERES, VEO MUCHAS MUJERES”.
©Afrolis
Que este libro inspire a nuevas y muchas investigadoras africanas negras a asumir las tribunas de la historia para enseñarnos el arte de perforar las brumas de los recuerdos”.
Texto traducido. Publicado originalmente en la revista portuguesa Afrolis el 10 de mayo de 2023 “Tribuna negra: origens do movimento negro em Portugal (1911-1933): Parte 3”
LogIn