Tania Adam – Barcelona | He de confesar que me apasionan muchas ciencias sociales. Si pudiera las estudiaría todas; me fascina entender las dinámicas colectivas porque entiendo que es ahí donde se pueden encontrar la mayor parte de las respuestas de nuestras acciones individuales. Al fin y al cabo, somos seres sociales, en toda nuestra esencia, para bien o para mal.
© Murales de Faith47 fotografiado por Luca Barausse
Hace apenas unos días, estaba inmersa en la preparación de la actividad de #RadioAfricaOff, Transformacions urbanes, que organizamos en el marco de la exposición Making Africa. Un diálogo donde exponíamos experiencias creativas -entendidas en sentido amplio- en las metamorfosis de ciudades como Sant Louis (Senegal) o Cotonou (Benín), y dábamos a conocer algunas experiencias y festivales de arte urbano. Este espacio me permitió adentrarme en las ciudades y espacios públicos, un universo tan excitante y desconocido como inabarcable.
Haciendo revisión de los textos, artículos y reflexiones de diferentes expertos, caí en la cuenta de la importancia de la planificación urbanística o la ausencia de la misma. Durante el tiempo que me sumergí en este apasionante mundo tuve unos cuantos momentos de lucidez: pude salir de mi ser y ver la ciudad como ese espacio donde nos aglomeramos. Un lugar que está en constante crecimiento y transformación, y que pensándolo en frío, no deja de ser aterrador este modus vivendi que estamos eligiendo como seres humanos. Somos seres urbanos y tengo la sensación, al menos yo, de que no llegamos a ser conscientes de que gran parte de nuestras opciones de movimiento en el espacio urbano las están pautando unos urbanistas que, como mínimo en occidente, están reduciendo cada vez más el espacio público, ese espacio donde tendríamos que encontrarnos.
Pero más que encontrarnos nos desencontramos, y parece que ya nos gusta que sea así. Las dinámicas urbanas son importantes en nuestras vidas, más de lo que nos podemos llegar a imaginar. Determinan cómo vivimos, cómo convivimos con nuestra familia y nuestros vecinos, cómo trabajamos… Algo tan común como la soledad que se sufre en muchos países occidentales, es en parte fruto de ello. Es tan sutil y está tan interiorizado en nuestra cotidianidad que ni nos damos cuenta.
Aunque lo que más me sorprendió de todos los textos es que los expertos a la vez que alertan de las consecuencias negativas de la ausencia de planificación en el crecimiento de la mayoría de ciudades de baja renta per capita, ponen en relieve, una vez más, que los países ricos han aniquilado el espacio público como espacio de convivencia y de relaciones sociales, dejando este bien común en manos del marketing y de las grandes corporaciones. Entonces, ni es buena la sobreplanificación de las ciudades ricas, como las europeas, porque nos están ahogando; ni la infraplanificación de las ciudades pobres, como la mayoría de las africanas. No obstante, y como siempre ocurre, el pobre mira al rico deseando ser como él, y en este caso, como en muchos otros, creo que el rico debería mirar más al pobre porque su ingenio para vivir con pocos recursos no deja de ser una lección de vida sino también de sostenibilidad. Después de oír los ejemplos de Sant Louis y de Cotonou, miro muchas otras ciudades del continente y estoy segura que más de un aprendizaje podríamos sustraer para reapropiarnos del espacio público.
Fotografía de portada: Mural de Faith47
+ Tania Adam | Fundadora y editora de Radio Africa. Es gestora cultural especializada en el ámbito de la interculturalidad, la inmigración y las sociedades africanas. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, ha trabajado en varios proyectos culturales, de sensibilización e investigaciones relacionadas con África y su Inmigración, en Cultura y Desarrollo y en el fomento de la interculturalidad a través de entidades como la Fundación Interarts, el Centro de Estudios Africanos e Interculturales de Barcelona o el Ayuntamiento de Barcelona.
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