Xavi Balele – Barcelona | Mari Drammeh es un joven africano y catalán que vive en Olot, pueblo de la provincia de Girona, a hora y media de Barcelona. Tiene 23 años y, como la mayoría de jóvenes de su edad, utiliza internet para romper esas fronteras mainstream que se nos imponen viendo los videos de MTV o escuchando los 40 principales.
Mari, como todos sus amigos, escucha y comparte música a través de su smartphone. En la playlist de su móvil podemos encontrar desde el último single de Rihanna o Lil Wayne, a los hits más frescos que sonarán este fin de semana en las discotecas de Lagos, Malabo o Cotonou. Será en encuentros familiares o en fiestas y celebraciones donde muchas veces se terminará bailando a ritmo del Mbalax senegalés o el Jari Yagare de Gambia:
Pero será también en estos encuentros donde los más jóvenes conectarán sus móviles al equipo de sonido para imitar coreografías nigerianas con el “Skelewu” de Davido, buscar al “Jhonny” de Yemi Alade y bailar los últimos remixes de los “dj” que llenan de “ambiance” las discotecas de Abidjan, Dakar y Douala.
Estos jóvenes representan una diáspora africana conectada con el continente a través de internet. Sin límites ni fronteras, estos chicos y chicas no sólo están al día de lo que suena en el Senegal o Gambia, de donde son originarios, sino que también, gracias a internet, conocen lo que suena en Ghana, Nigeria o Sudáfrica.
Para Mari y sus amigos, la música es un cordón umbilical con África. Para mí, son un canal perfecto para conocer esta música y sazonar las sosas playlists que abundan en nuestros smarthp-hones.
Por cierto Mari, aprovecho estas líneas para darte las gracias y, como no podía ser de otra manera, compartir contigo este video del camerunés Franko que tanta controversia ha provocado en su país y que este fin de año ha causado furor en las discotecas de Malabo:
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