Bayibayi Molongwa - Barcelona, Bata

La egiptología es la ciencia africana[1] que reconcilia la cultura y civilizaciones africanas con la historia, del mismo modo que hace la grecología con la cultura occidental. Sin duda, la investigación egiptológica africana se propone fundamentar el conocimiento científico de África. Esta investigación egiptológica en África nace en el ámbito francófono con la aparición en el 1954 de Nations nègres et cultures de Cheikh Anta Diop. Antes que Cheikh Anta Diop, está el libro del haitiano Anténor Firmin De l’égalité des races humaines (anthropologie positive)[2] cuya erudición interdisciplinar para su época es incontestable. Firmin se sirve de la egiptología de su tiempo para mostrar el rol de los negroafricanos en la historia de la civilización[3]. Con Cheikh Anta Diop la egiptología africana toma rigor metodológico y, en este rigor metodológico, se han formado en la actualidad un sin número de reconocidos egiptólogos africanos que se dedican científicamente a esa disciplina académica de entre los que figuran Théophile Obenga, Mubabinge Bilolo, Grégoire Biyogo, etc. Estos han abierto sus investigaciones a otros campos y disciplinas científicas. Otros han seguido sus propios caminos desde la arqueología, la historia, la lingüística, la religión, la teología, etc.

Diop sostiene la tesis del origen faraónico de la filosofía griega y plantea al mismo tiempo la urgencia de un filosofar africano que se apoya en la ciencia de su tiempo con el fin de elaborar un corpus africano de las ciencias. Y propone que en África habría que reemplazar las humanidades greco-latinas por las de BuKam o el antiguo Egipto. Cada pueblo hace su historia y su educación. Eso se debe a su metateoría o epistemología rectificacionista con la que demuestra la anterioridad de las civilizaciones negras. Obenga se propone renovar las ciencias del hombre a través de la egiptología, con el fin de desembocar a una filosofía por llegar. La investigación sobre los textos filosófico-científicos es la base de su epistemología. Es una epistemología holística que funda una filosofía por llegar. Bilolo es un filósofo original. Parte del problema real de la lengua para la reactivación de la práctica científica en África. Por ello, abre un filosofar que se apoya en la egiptología y la bantulogía afirmando que la validación del pensamiento africano, es la ciencia del valle del Nilo. Además, sostiene, al mismo tiempo, con pruebas sólidas, que la vitalidad de los conceptos mayores BuKam es actual en el Cyena-Ntu (la familia lingüística, material, cultural, espiritual BaNtu). Es decir, el antiguo egipcio o CiKam todavía se habla y las lenguas africanas actuales son su testimonio. Entonces para Bilolo, egiptología y lingüística africana se complementan. Las lenguas africanas son fundamentales para elucidar y comprender el universo BuKam. Y una epistemología pragmática muestra la actualidad y la vitalidad del CiKam. Biyogo, por su parte, plantea el problema del estatuto epistemológico de la egiptología en cuanto ciencia que genera conocimiento y al mismo tiempo es objeto de conocimiento. Pero se interesa más por una filosofía que está en constante movimiento como la materia en la física. Es la filosofía del devenir: volver allí donde ya se había venido, esto es, volver a Egipto para repensar la ruta universal de la ciencia, de la filosofía, etc. Y elaborar el cogito de la supervivencia fundamentado sobre la Razón misma. Es el proyecto para superar la desafricanización de la ciencia.

Estos autores no se contentan únicamente en reactivar la práctica científica en África, sino trabajan de tal suerte que los africanos se conozcan epistemológicamente apoyándose en las fuentes atestadas y fiables de su propia historia. De modo que, su aproximación es un problema epistemológico fundado en la ciencia, la filosofía y la historia (egiptología). Es también un debate sobre la Occidentología (discurso o ciencia de Occidente) y la Africanología (dos sentidos: 1. Discurso de Occidente sobre África, donde habría que practicar una epistemología de la Occidentología; 2. Estudios sobre las cuestiones científicas, filosóficas, teológicas, políticas, éticas, económicas, culturales, etc., de África, donde habría que practicar una epistemología de la Africanología). El sentido que damos a la palabra Africanología (egiptología, bantulogía, Ashantilogía, sudanología, etc.) es por analogía a la Occidentología (grecología, latinología, germanología, francología, britanología, hispanología, lusitanología, etc.), a la Orientología/Asialogía (asiriología, babilonología, nipología, coreanología, sinología, indología, etc.). Es decir, ámbitos regionales del saber, de la producción científica específica de las diferentes comunidades culturales y lingüísticas concretas. Sin embargo, los autores africanos a quienes analizamos aquí, en el ejercicio de la reconstrucción de la enciclopedia del saber africano, caen en la sinagoga de la Occidentología y no muestran la dificultad de desoccidentalizar toda ciencia en África. Dificultad que, a mi juicio, reside en el desprendimiento de los presupuestos teóricos de la Occidentología: la Ontología. Ningún teórico africano ha realizado este esfuerzo.

Creo que aquí es donde debería emprender una verdadera actividad epistemológica para poner al descubierto (socavar) los presupuestos dogmáticos y peligrosos para la humanidad. Sin una filosofía de los presupuestos no tendremos éxitos en la justificación de las concepciones teóricas. En lo que se refiere a la egiptología africana en concreto habría que matizar que ésta empieza donde acaba la egiptología occidental o asiática. En esta línea trabajan los nuevos egiptólogos africanos o la escuela africana de egiptología.

Egiptólogos como Aboubacry Moussa Lam, Babacar Sall, Oscar Pfouma, J. C. Coovi Gomez, Kalala Omotunde, Manu Ampim han profundizado sus investigaciones en la historia y cultura africanas; Alain Anselin, Dou Kaya, Gilbert Ngom y Um Ndigi en la arqueología y lingüística; Maulana Karenga y Mpay Kemboly en la ética y moral; Yoporeka Somet, Dibombari Mbock, Mbog Bassong, Asar Imhotep en la cosmología; Essoh Ngome, Jean-Paul Mbelek y Malolo Dissakè en las matemáticas; Molefi Kete Asante en la historia de la filosofía moral faraónica, y junto a Ama Mazama propone una metodología concreta en los estudios del mundo negro: la afrocentricidad o lo que Bimwenyi-Kweshi llama afropolaridad, sin olvidar la experiencia religiosa. Kalamba Nsapo y Luka Lusala Lu Ne Nkuka focalizan sus investigaciones en el ámbito de la teología. Los informáticos Mwena Tshitolo y Tshiwala Kalenga se esfuerzan por la elaboración de un diccionario egipcio-ciBantu desde el WB de Adorf Erman y Hermann Grapow[4]. Es su contribución en el estudio de la gramática egipcio-bantu.

A pesar de las investigaciones que siguen en curso, creo que seguimos aún en los comienzos de esa disciplina en África. Por esa razón sostengo que la egiptología africana ha de comenzar por donde termina la egiptología occidental o asiática. Por ejemplo, las escrituras BuKam abren la intelección al mundo cultural negroafricano. Por lo que habría que estudiarlas e interpretarlas desde los presupuestos culturales negroafricanos. Sin duda, la egiptología africana reconstruye las aportaciones africanas en la restitución de la perla BuKam/CiKam o cultura científico-filosófica negroegipcia a los negroafricanos. Esa reconstrucción es la que encontramos en autores de lengua española tales como Ferran Iniesta, Albert Roca o Josep Cervello Autuori, aunque la egiptología occidental sigue aún presa “oficialmente” enseñando que la lengua y civilización egipcias son “afroasiáticas” desoyendo completamente las indicaciones del coloquio internacional que tuvo lugar en 1974[5] en el Cairo o la semana de estudios africanos de Barcelona de 1996[6] y los resultados recientes de los trabajos sobre el antiguo egipcio y las lenguas negroafricanas modernas. En Alemania autores como K. R. Lepsius, M. N. Reich o H. Altenmüller, entre otros o Salzinger en Austria no tienen reparos en ver el parentesco entre BuKam y la cultura africana. En Gran Bretaña no conocemos a ningún egiptólogo que haya dudado (oficialmente) de la africanidad de los antiguos egipcios. Al contrario hay autores que colaboran con los egiptólogos africanos en los estudios de BuKam o antiguo Egipto como es el caso de Stephen Quirke. En Estados Unidos de América y en Francia se encuentran los egiptólogos que baten record, esto es, auténticos campeones en la negación de dicha filiación entre BuKam y África negra sin prueba alguna consistente. Autores como J. H. Breasted, Champollion-Figeac, G. Maspero, etc., encabezan la lista de los clásicos.

Sin embargo, los teóricos de la egiptología occidental no se percatan del hecho de que los problemas de fundamentación que aborda la egiptología africana y de las concepciones teóricas que resultan de ella, giran grosso modo en torno a la problemática cultural. Más aún, el despertar de la investigación científica, filosófica y epistemológica en el contexto africano contemporáneo surge en torno a la problemática cultural[7]. Si la cultura es lo que el hombre añade a la naturaleza, entonces todos los pueblos aportan algo al acervo común. Algunos autores africanos creen que para abordar la cuestión cultural negroafricana habría que buscar su unidad y su génesis en el valle de Nilo: es en BuKam, alias el Egipto faraónico donde vio nacer la filosofía y el espíritu científico[8]. De ahí la importancia de la ciencia de la egiptología o Madw-a-CiKam como horizonte en el que habría que pensar y analizar las problematizaciones culturales africanas. En este horizonte se intenta fundamentar una epistemología nueva capaz de integrar la identidad africana heredada en la lógica de la tradición y la modernidad como espacio de lo universal. Es una problemática que intenta crear la escuela auténticamente africana que se funda en la historia y en la cultura africana y al mismo tiempo integra la investigación científica y tecnológica.

En resumen, mis propios análisis de la tradición Egipto-nubia a partir del nuevo mundo de la ciencia, de la tecnología y de una epistemología revisitacionista me llevan a sostener las siguientes tesis:

  1. Por una parte, la egiptología africana es una epistemología que oscila entre una reivindicación africana de lo que Occidente lo debe; y por otra parte, la originalidad africana. El objetivo: fundar las ciencias modernas africanas a partir de las Humanidades clásicas africanas (egipto-nubias o BuKam-Bantu).
  2. África es la matriz de la ciencia occidental y de la enciclopedia del saber africano. Por tanto, se trata de reescribir la historia de la filosofía y de la ciencia remontando en Egipto, el lugar históricamente atestado y fiable. Ya que los africanos ha sido víctimas de la historia de la filosofía y de la ciencia, y no de la ciencia y de la filosofía. Ambas disciplinas buscan responder los problemas de su tiempo. Una epistemología afrocidaria fue la causante de la desafricanización de la ciencia dando lugar al anti-negrismo epistemológico.
  3. La filosofía occidental está basada en los presupuestos ontológicos y dogmáticos. Estos le vienen de la herencia helena cuyos genios creadores son Parménides, Platón y Aristóteles. Dicho presupuesto no ha sido criticado ni modificado. La filosofía de la substancia u ontología piensa lo real como ser proyectándolo sobre las cosas concretas físicas, matemáticas, biológicas, etc. El gran dogma es la creencia de que hay cosas detrás de las palabras.
  4. Desde el punto de vista de la historia de la ciencia y de la filosofía, Occidente desde el siglo VIII a. c. hasta el silgo XIX no hace más que enseñar el pensamiento africano disfrazado en los presupuestos ontológicos. Y desde los umbrales del siglo XX, con la nueva teoría del conocimiento (lógica polivalencia, nueva física, biología molecular, matemáticas de la incompletitud), ha vuelto a poner explícito los presupuestos BuKam-Bantu del proceso, devenir, transformación fluctuante de lo real. Las lenguas africanas están omnipresentes en la cultural (lengua) occidental: Logos (Luga, –Laku), Ontos (ntu, onto), Nomos (maât, meyi), Arché (aleka), Physis (KiNtu, Cilela), etc.
  5. La originalidad de la ciencia africana está en los presupuestos del proceso, del devenir, de la transformación. Estos presupuestos son los que ha retomado, y puesto de modo explícito, la nueva teoría del conocimiento; el fruto de las ciencias modernas. La filosofía africana piensa lo real como proceso multiforme, englobante y plural.
  6. El conocimiento habría que entenderlo como familiarización o familiaridad con lo real del que participamos, y no como descubrimiento. Sin embargo, hemos de decir que el problema del conocimiento actual es más empírico y científico. Y una teoría de la ciencia debe basarse en una epistemología de lo real. Las teorías son las explicitaciones de nuestra experiencia y percepción de lo real.
  7. En fin, he de subrayar la dimensión práctica de esta filosofía de lo real. Y ésta se concreta en la relación del denominado nuevo orden mundial y las concepciones teóricas de la Maât. La Maât o Meyi es el fundamento de una verdad ética, que establece el orden social, la solidaridad, la verdad, el equilibrio, la paz. La Maât es Malelela, el Kanda. In Maât, es lo que debería ser el mundo. Esta fórmula quiere decir que se debe abandonar definitivamente el catecismo de la ética del nuevo orden mundial que resulta ser una pifia (mentira, broma), al utilizar el concepto de Fairness como fundamento ético. Para nosotros este concepto es una aberración. El nuevo orden mundial es una perversión de la Maât. La Maât es la percepción negro-africana antigua (y actual) de la ética, del orden del mundo. Es lo que el hombre percibe como justo, verdadero. Dicha percepción es todo lo contrario de lo que piensan las sociedades occidentales actuales. La justicia de la Maât se ha pervertido en injusticia, que es el nuevo orden mundial; donde el asesino triunfa sobre su víctima: la geometría de las fuerzas. La importancia en tener en cuenta los presupuestos maâticos, permite repensar una nueva humanidad y una nueva relación entre las culturas, y las instituciones internacionales en vista a hacer triunfar la civilización sobre la barbarie.

 

[1] Cf. B. MOLONGWA, Pioneros y pilares de la egiptología africana. Estudios epistemológicos de C. A. Diop, Th. Obenga, M. Bilolo y G. Biyogo, Munich-Kinshasa-Paris, Publications Universitaires Africaines, 2020, p. 21-30.
[2] A. FIRMIN, De l’égalité des races humaines (anthropologie positive), Nouvelle édition présenté par Ghislaine Géloin, Paris, L’Harmattan, 2003, capítulos IX, XI, XVII, XVIII.
[3] Ibid., p. 353-360.
[4] A. ERMAN/H. GRAPOW, Wörterbuch der ägyptischensprache. Zur Geschichte eines großen wissenschaftlichen Unternehmens der Akademie, Berlin, Akademie Verlag, 1971.
[5] UNESCO, «Le peuplement de l’Egypte ancienne et le déchiffrement de l’écriture méroïtique», in Histoire générale de l’Afrique. Études et documents, vol. 1, Paris, Unesco, 1978. Reed. (1986). PUF.
[6] J. CERVELLÓ AUTUORI (ed.), África antigua. El antiguo Egipto, una civilización africana, Actas de la IX Semana de Estudios Africanos del Centre d’Estudis Africans de Barcelona (18-22 de marzo de 1996). Aula Aegyptiaca-Studia 1. Barcelona. 300 p.
[7] Leer LAM Aboubacry Moussa, La vallée du Nil, berceau de l’unité culturelle de l’Afrique noire, Paris-Dakar, Khepera /PUD, 2006.
[8] Ver SOMET Yoporeka, L’Afrique dans la philosophie.- Introduction à la philosophie africaine pharaonique, Paris, éditions Khepera, 2005, 162 p. NSAME Mbongo, La philosophie classique africaine. Contre-histoire de la philosophie, tome 1, Paris, L’Harmattan, Collection «Problématiques africaines», 2013, 305 p.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Bayibayi Molongwa: estudios en filosofía, teología, ciencias sociales y egiptología. Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona, Máster en Filosofía Contemporánea y Teología, Diploma en Egiptología y Jeroglíficos Egipcios. Investigador del Centro de Egiptología Cheikh Anta Diop del Instituto Africano de Estudios Prospectivos (INADEP) de la Sección Europa (Alemania) y del Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Guinea Ecuatorial (CICTE). Discípulo de Tshiamalenga Ntumba. Profesor en la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) donde imparte clases de epistemología, teoría de la ciencia, historia del pensamiento filosófico y científico y filosofía africana.

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