Maiá Fernandes Bueno

Comunicación, activismo y denuncia social a través del humor.

Actualmente, existe un movimiento interesante de mujeres no blancas en territorio español, que utilizan el humor como vehículo de denuncia de lacras sociales; tal es el caso del racismo. Nombres como Quan Zhou, autora de cómics, dibujante y “artivista”, gaditana de origen chino y Almu Lasacre, humorista de origen ecuatoguineano que, actualmente, trabaja en el espacio madrileño “La chocita del loro”, entre otras, son un claro ejemplo de ello. A través de sus trabajos respectivos, bien en viñetas de cómic, bien en monólogos sobre el escenario, ambas dejan patente una postura claramente antirracista, de compromiso y resistencia, a su vez vehiculada por la risa y el humor.

Me propongo entonces analizar y explicar algunos de los mecanismos que hacen que el racismo ocupe el lugar que ostenta, en nuestra sociedad española actual, así como el hecho de que el humor sea un medio para denunciarlo, analizarlo y cuestionarlo, pudiéndolo pensar en colectividad.

 

El humor hasta nuestros días

Si tuviésemos que hacer un breve recorrido por la historia del humor y la risa, su contextualización, poder y usos, podríamos decir que las primeras reflexiones acerca del humor fueron atribuidas a los griegos, gracias a textos, poemas, citas e incluso imágenes; particularmente a filósofos como Platón y Aristóteles, así como Hipócrates. Concretamente, este último creía que la armonía de los humores presentes en el cuerpo generaba buena salud. Más adelante, se asoció la idea del humor con el diablo, llegándose a pensar que aquellos que reían poseían cierto desequilibro en su personalidad, debido a múltiples desviaciones sociales. En torno a la raíz histórica del humor y su evolución hasta llegar al presente, atendiendo a la importancia de éste y su rol social, son destacables obras como El humor y su sentido de Antonio Calvo Maturana (2022), el cual deja patente que se puede crear polémica alrededor de asuntos sensibles tales que creencias, diversidad, instituciones e incluso el honor entre otros y, aun así, es casi imposible borrar la risa de nuestros rostros (y vidas).

 

Ilustración del siglo xvi de los cuatro humores de la Teoría Humoral de Medicina de Hipócrates: Flegmat (flema), Sanguin (sangre), Coleric (bilis amarilla) y Melanc (bilis negra).

 

Si la risa era entonces vista con desconfianza al romper protocolos instaurados de expresión corporal y ligados al mal, así como podía ser considerada señal de liberación momentánea y acto de rebelión y desacato, esta observación derivó y fue la excusa (casi) perfecta para represaliar y castigar en nombre de la colonización, atendiendo al caso europeo, gracias a la imposición de estructuras de dominio y autoridad. Por supuesto, ello iba en detrimento directo de los pueblos y comunidades colonizados, garantizando así su sometimiento y control. Al instaurarse la desconfianza y el miedo en dichos pueblos y comunidades, las exhibiciones jubilosas de las personas esclavizadas negras y mestizas, por ejemplo, representaron una amenaza directa para el poder como para la implantación de la cultura católica en las Américas, además de contribuir de forma negativa a la conducta (y honor) de los europeos. Así lo plantea Aimé Césaire en diferentes escritos publicados en la revista Tropiques, allá por los años cuarenta.

 

Portada original del 1r número de la revista Tropiques, 1941. // Recreación de la misma portada de 1978.

Aimé Césaire en París con su esposa Suzanne Césaire, 1959. Junto a ella y René Ménil fundaron la revista Tropiques en 1941.

 

Más tarde y siguiendo en el “Viejo Continente”, el humor pasó a vincularse con el absurdo, otorgándosele una visión parecida a la que tiene hoy en día. El absurdo era considerado y apreciado como un arte verbal comúnmente tolerable, y el ser capaz de interpretarlo estaba asociado con el talento y el intelecto, de acorde a Antonio Calvo Maturana y su libro ya mencionado. Es así como la persona exhibía cultura e inteligencia delicada y exquisita.

Algo similar ocurre en la percepción actual del humor, es decir, éste tiene el deber de entretener a los demás, exigiendo de un arte verbal y gestual especializado, según el cómico y escritor Trevor Noah. Al hilo de este autor y concretamente en su libro Prohibido nacer, el humor sirve hoy en día para una variedad de propósitos sociales, resultando de gran utilidad. Puede usarse como herramienta protectora de uno mismo y los demás en situaciones complejas, adversas y peligrosas, así como hace de mecanismo informativo y de normas implícitas, gracias a la ironía, el sarcasmo y la burla.

 

El comediante sudafricano Trevor Noah con su madre Patricia Noah. Su libro ‘Prohibido nacer’ (2016) es una comedia autobiográfica centrada en su infancia en Sudáfrica después de nacer de una relación interracial, ilegal durante el apartheid.

 

De igual forma y atendiendo a un sentido grupal, sirve para liberarnos, tal y como propone la periodista y escritora de origen chiapaneca, defensora de los derechos de las mujeres; Rosario Castellanos, o como medio de fortalecimiento que asegura la posición en la escala social, reafirmando y acrecentando la influencia de la misma y las personas que la ocupan, con respecto al resto de ciudadanos. Ello ayuda a fortificar los vínculos sociales, otorgando una identificación a una colectividad, dado que a menudo éstos se ríen de chistes parecidos, al reconocerse en circunstancias similares que pueden ser cómicas, absurdas e incluso graciosas.

 

‘El eterno femenino (1973)’ obra teatral de la escritora mexicana Rosario Castellanos. Una sátira social para denunciar la situación de la mujer mexicana.

 

“El humor es una extensión de mi personalidad y eso se ha traducido en mis viñetas. De forma orgánica he ido evolucionando como comunicadora, así que la diversidad de medios al expresarme ha ido aumentando”, Quan Zhou.

 

Uno de los propósitos del humor, como actitud positiva, es aumentar el centro de atención de la persona, permitiendo que esta resuelva creativamente sus problemas. Es así que se amplía el mecanismo de respuesta y se coopera en la creación de nuevos medios para encarar victoriosamente las dificultades a enfrentar. Cuando el humor está conectado con la colaboración, la comunicación y los valores a efectos organizativos y de cohesión grupal, es beneficioso en el contexto de trabajo. No obstante, en el momento en el que se usa con la finalidad de intimidar, es perjudicial y suele ir acompañado de bromas amenazantes con un matiz racial o discriminatorio, tal y como recoge Quan Zhou en su obra gráfica “Gente de aquí. Gente de allí: ensayo gráfico sobre migrantes y españoles”.

Así pues, este uso negativo del humor suele estar estrechamente ligado a la opresión, injusticia y desigualdad que experimentan los individuos en los diferentes ámbitos de la sociedad, incidiendo directamente en el conjunto de la ciudadanía por medio de reglas, creencias, (pre)juicios y estereotipos que se perpetúan y consolidan en el tiempo.

 

Portada del libro ‘Gente de aquí. Gente de allí’ de Quan Zhou.

 

¿Discriminación interseccional o interseccionalidad de la discriminación?

Esta es la expresión utilizada para describir la distinción que surge al interactuar el racismo y el sexismo. Esta unión implica examinar y determinar cómo los privilegios, fundamentados en el origen racial y étnico, concedidos a determinados colectivos, resultan en el rechazo, marginación y sometimiento de otras comunidades sociales, por cuestión de raza y etnia. Las mujeres que son miembros de minorías raciales, por ejemplo, se ven particularmente perjudicadas por esto. Paradójicamente y dentro del contexto del humor y la comedia en España, son las que ahora están posicionándose con gran fuerza. “Soy una persona racializada y además mujer. Por ello todo lo que escribo va condicionando a esa realidad. Yo hablo de mí, de mi visión sobre las cosas y, la mayoría de veces, en contextos de lo más absurdo”. Así se muestra Almu Lasacre, humorista de origen ecuatoguineano que, actualmente, trabaja en el espacio madrileño “La chocita del loro”, tal y como comenté al inicio.

Resulta complicado escapar del racismo porque está asentado y entrelazado en cada uno de los ámbitos de la sociedad, y es algo con lo que hay que convivir en el día a día. Completando la declaración anterior, Lasacre se muestra tajante alegando lo injusto que es, por no decir agotador, el hecho de que sean continuamente las personas no blancas las que tengan que hacer pedagogía antirracista y explicar o aclarar términos y expresiones racistas, llegando a sentirse obligadas a cargar con esta responsabilidad, durante el resto de su existencia.

Existe una discriminación concreta hacia mujeres de comunidades no hegemónicas (y en mayor proporción que entre los hombres de las mismas), con respecto a hombres y mujeres de comunidades hegemónicas; en este caso las blancas o caucásicas. Esto es así ya que en ellas confluyen, género y raza. Cierto es que esto ocurre desde un marco supuestamente teórico, ya que la realidad es mucho más compleja y los factores se pueden ver entrelazados, atendiendo a conexiones de dominio particulares, modulables, verticales, transversales y/o diagonales. No obstante, es fundamental considerar el combate contra este ejemplo de marginación y desigualdad, racismo y xenofobia, para reducir las disparidades de género, si nos centramos en las mujeres, en cualquier ámbito social o esfera pública.

 

Almu Lasacre. 2023, créditos de Hermes Muatetema.

 

La interseccionalidad pasa a ser un elemento crucial que da lugar a los feminismos y así puede recogerlo el humor, en sus múltiples variantes. Cuando esto sucede el humor nos invita a depositar la mirada en los constructos sociales que oprimen. Es innegable que pone en la palestra escenas del día a día que rozan el absurdo, las cuales no dejan de señalar injusticias que nos atraviesan y hacen sentir incómodos. “Me pone negro, hacer el indio o voy al chino son expresiones racistas”, declara la humorista Almu Lasacre.

Sojourner Truth ya explicaba que “la discriminación racista sustituyó a la esclavitud como moderno criterio de desigualdad; una intersección de la raza con el género, que desde el sistema hegemónico construye a las mujeres negras como no mujeres”. De hecho, el término “otredad” viene justamente de esta separación entre el “nosotros” normativo, a menudo desde la raza blanca y con respecto a los demás (o grupo de personas no blancas), situados a su vez en la periferia o en un no lugar.

El término “interseccionalidad” fue presentado por primera vez en el año 1989 en un artículo de la académica y abogada estadounidense Kimberlé Crenshaw titulado “Demarginalizing the Intersection of Race and Sex: A Black Feminist Critique of Antidiscrimination Doctrine, Feminist Theory and Antiracist Politics” (Desmarginalización de la intersección de raza y sexo: una crítica feminista negra a la doctrina antidiscriminación, la teoría feminista y la política antirracista). La abogada lo precisó como desarrollo de la ideología afrofeminista de Angela Davis, basada en la manifestación de un sistema complicado compuesto de configuraciones de opresión múltiples y simultáneos, con el objetivo de demostrar las diferentes maneras en las que la raza y el género interaccionan para crear diversos tipos de discriminación contra las mujeres negras en los Estados Unidos.

 

Sojourner Truth circa 1870.

 

“Es interesante ver que, cuando se combina la cuestión del racismo con la condición de las mujeres, no se enfrenta únicamente una doble discriminación, sino una clasificación social racista más compleja que la que se aplica sobre los hombres”, María Galindo.

 

El doble impacto de la discriminación de género atendiendo a la discriminación racial, imbricada a su vez a otras formas de intolerancia que se alejan de la normatividad, hacen aún más difícil que una mujer se suba a escena y sea escuchada. “Es interesante ver que, cuando se combina la cuestión del racismo con la condición de las mujeres, no se enfrenta únicamente una doble discriminación, sino una clasificación social racista más compleja que la que se aplica sobre los hombres”, apunta la feminista decolonial y activista boliviana María Galindo, responsable del movimiento Mujeres Creando.

Volviendo al contexto español y, dentro del género de la comedia, la humorista Almu Lasacre recurre a ocupar la escena, la cual declara “ser el lugar donde unir sus pasiones; la escritura y el humor”. Dentro de la novela gráfica, la artista Quan Zhou da buena cuenta de que la viñeta se convierte en el lugar legítimo para hacerse visible y ejercer la palabra.

Es por tanto desde el humor practicado por ambas que el concepto de otredad y periferia (o no lugar) desaparece y/o se transforma.

 

*El título es un claro guiño y homenaje al libro de Francisco Zamora “Como ser negro y no morir en Aravaca”.

 

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Maiá Fernandes Bueno (@_maiafb_) es graduada en Periodismo por la Universidad de Málaga. Maiá ha realizado parte de sus estudios superiores en l’Université Michel Montaigne de Burdeos (Francia). Posee titulación profesional de conservatorio musical; especialidad saxofón y ha realizado estancias formativas en Francia, Italia y Reino Unido. Con interés en periodismo cultural, fotografía, música y cine, atendiendo a contextos híbridos en los que se interrelacionan Arte y Ciencias de la Comunicación, Fernandes ha publicado sus trabajos en diferentes plataformas y proyectos. Es co-responsable de FRIDAFRO, proyecto que visibiliza en red la diversidad cultural.

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