Tania Adam – Barcelona |
Nathi Mphumulo, aka Black Coffee, es uno de los dj’s sudafricanos más internacionales y todo un referente para la juventud de su país. Embajador de Bridges for Music junto a Richie Hawtin, Skriellex y Luciano. El pasado mes de marzo estuvo en Barcelona y tuvimos ocasión de charlar con él. Este sábado lo podrás ver en el Sonar.
Estoy muy interesada en el house sudafricano y su vertiente social, una manera de vivir la música muy diferente. Aquí se desconoce su importancia y es fácil caer el “lo folklórico”, me gustaría que nos contaras lo que piensas y qué papel juegas.
Me veo a mí mismo como una persona que toma la música africana y la expande por el mundo. Creo que es una de las razones por las que estoy aquí, para tratar de expandir esta música que no es tan conocida como la tradicional, ya sea mía o de otros que hacen la música que me gusta. Simplemente intento que se conozca lo que me hace sentir.
¿Qué diferencia hay entre el house sudafricano y el europeo?
El house sudafricano es único, tiene mucha alma que proviene de la música con la que crecimos; mucho soul norteamericano, sonido Motown y mucho jazz. Era lo que nuestros padres escuchaban, y nos inspiramos para crear nuestra música. El house sudafricano no es de “escena de club”, es un estilo de vida. Se escucha en todas partes, cuando conduces por los townships casi en cada casa se puede escuchar música house. No es una música de la noche ni de los clubs, está en la radio, en la tele, en los taxis, en las calles… Recuerdo hace unos años cuando fui a la escuela a buscar a mi hijo, a uno de los profesores le sonó el móvil y su melodía era una canción house y a nadie le sorprendió. No hay ese estigma, nadie va a pensar que ese profesor necesariamente va a clubs y a fiestas porque el house está en todas partes y a todas horas.
©Tania Adam
¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste house y dijiste ¡wow!?
No lo recuerdo bien… pero sé que era joven, tal vez 14 o 15 años. Unos chicos en mi ciudad – yo vivía en una pequeña ciudad en la parte este- estaban hospedando a algunos dj’s de Johannesburgo y me llevaron con ellos para verlos actuar, era algo por el día. Yo estaba ahí mirando y con la historia que ha tenido Sudáfrica, era muy extraño ver a un chico blanco envuelto en música negra, así que me quedé fascinado con lo que estaba tocando, y con lo que sabía. Me compré el disco y cuando lo tuve me quedé totalmente flipado con el ritmo, el groove, la música…Yo creo que ese fue el momento para mí.
¿Y desde entonces hasta hoy, qué camino has seguido? ¿Ha sido fácil?
Ha sido un viaje largo, entonces tenía 15 años ahora tengo 39. Llegué a ser profesional en 2005, hace 10 años, pero yo ya había empezado hace mucho más tiempo, aprendiendo… Hay mucha oferta pero cada uno de nosotros es único y no creo que esto sea un problema. Cuando llamas a un dj concreto sabes perfectamente qué sonido va a hacer y por qué lo estas llamando. Por eso si existe competitividad está bastante escondida porque en Sudáfrica realmente no existe esa escena de club como aquí. No hace falta ir a un club para escucharme; podría ser simplemente en un barrio y hay muchísimos sitios para que los djs puedan pinchar. La música está en todas partes, está por las esquinas. No importa donde vivas, es algo que ocurre a tu alrededor.
Creo que en África esto pasa con toda la música, está en “la vida”. Aquí no, aquí la música es una cosa y la vida otra… ¿Que diferencias ves entre las ciudades europeas y africanas o americanas?
Muchas diferencias. Estuve en Angola la semana pasada y, por ejemplo, allí la música house es algo bastante nuevo, tal vez tiene unos cinco años y no todavía no existe una base, la música es como una ola ¿sabes? Y por eso es uno de los lugares más difíciles para pinchar porque la gente no entiende, no conocen, es una cosa nueva para ellos; ellos tienen quizomba y kuduru. Mozambique es un poco mejor en este sentido porque está más cerca de Sudáfrica, creo yo. También estuve en Kenia y fue increíble. Es algo nuevo pero están muy receptivos, querían escuchar lo que estaba haciendo.
Quizás los países de la costa del Índico son más abiertos, están en contacto con más culturas…
Europa también es muy receptiva. La gente viene y quiere escuchar; los que vienen y conocen Black Coffee, aquellos que no lo conocen, pero todos quieren escuchar. Me encanta pinchar en Europa, en cualquier lugar; Lisboa, Porto, Barcelona, Paris, Irlanda… Viajo mucho y a mis hijos siempre les compro cosas cuando viajo, la última vez que estuve en Barcelona les compré un traje del Barça con sus nombres y fecha de aniversario. Siempre encuentro algo, aunque no sea muy grande.
Háblame del proyecto Bridges for Music.
Es una iniciativa hecha por Valentino para intentar hacer un cambio en Sudáfrica. Mi participación como sudafricano es estar envuelto en el proyecto, traer a Richie Hawtin a pinchar gratis en los townships… Soy el puente de unión. Pero hay otras personas implicadas. De hecho esa es la idea, traer personas diferentes con estilos que sean una muestra de la música sudafricana.
Tu papel en Sudáfrica es muy importante porque tú creciste sin referentes sudáfricanos en la música house y ahora eres una referencia para los demás, así que tienes una gran responsabilidad.
No solía verlo así ni verme a mí mismo de esta manera pero ahora sí. Hay tantos niños que te admiran y que se inspiran en tu persona. Y con la historia que ha tenido Sudáfrica…Nosotros tendemos a quejarnos de manera natural, estamos acostumbrados, y ese estigma es el que estoy intentando romper. ¡Pasaron cosas, sí! pero ya se han acabado… Si no haces nada por ti mismo ahora, nadie lo hará por ti. Ahora mismo es algo que estoy intentando comunicar, un: ¡Despierta! ¡Vamos a crear! ¡Movámonos!…
¿Qué piensas de la situación actual de tu país?
Mi país ahora mismo está en una… bueno, no quiero decir crisis, pero sí que está en un estado de confusión. No sabemos quien nos guía, en el pasado sí, pero ahora tenemos mucha falta de líderes.
Nosotros tampoco tenemos líderes…
Pero la diferencia entre Europa y nosotros es que vosotros tenéis una estabilidad económica. La democracia en Sudáfrica es muy joven. Cuando hay crisis en Europa hay posibilidades de salir de ella, cuando tenemos crisis no sabemos si podremos salir… Tenemos este miedo.
La gente alucina, el crimen no para de aumentar, cada día hay secuestros, robos… Estos son los miedos que tiene la gente. Hay muchas desigualdades, el Gobierno no para de robar, cada día hay un caso nuevo de corrupción y ellos piensan ¿a qué estoy esperando? Todo el mundo está cogiendo… Por eso hay un malestar social, algo se cuece lentamente por debajo, la gente está cabreada. Ellos han hecho muchas promesas y nada está sucediendo. Así que los que no tienen van a empezar a coger cosas de la gente que sí que tiene. Ese es mi mayor miedo ahora. Y tenemos un país tan bonito, tengo una gran esperanza de que haya una solución. No me importa quién esté en el Gobierno, este o el otro, solo quiero alguien responsable que mueva las cosas, sobre todo en el sentido económico y que se vuelva al crecimiento.
¿Te sientes seguro en tu casa?
Mi casa es segura pero mi coche no, hace dos meses rompieron la ventana del coche y cogieron mi mochila, mi portátil, ¿sabes? He sido víctima de crímenes en mi país tantísimas veces.
¿Y qué haces al respecto?
Expandir amor allá donde voy, eso es lo que hago.
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