Tania Adam – Barcelona |
La artista y novelista Taiye Salasi, fue una de las protagonistas del Kosmopolis 2015. Pudimos hablar con ella sobre el afropolitanismo.
El encuentro con Taiye Salasi (Londres, 1979) tenía cierta relevancia. Quería conocerla, hablar con ella y compartir sensaciones. Tenía dudas sobre su discurso a pesar de sentirme fascinada por su personaje.
Taiye es artista y novelista, hija de padre nigeriano y de madre ghanesa. Se ha criado entre Europa, Estados Unidos y África. Se siente ciudadana global, una afropolitana; joven contemporánea urbana de raíces africanas y mentalidad intercultural. Y así lo plasmó el 2005 en su ensayo Bye-Bye, Babar, que ha dado la vuelta al mundo y le ha traído a Kosmopolis 2015. En 2011 debutó en la ficción con el relato breve The Sex Lives of African Girls (Granta, 2011), seleccionada para la publicación Best American Short Stories 2012 (Mariner Books, 2012). En 2013 publicó su primera novela, Lejos de Ghana (Salamandra, 2014), que formó parte de la lista de bestsellers de The New York Times y de la de los diez mejores libros del año de The Wall Street Journal y The Economist
Me recibió en un despacho de las oficinas del CCCB. Disponía de 30 minutos escasos de conversación. Llegué con la sensación de me encontraría alguien desganado y con cierta prepotencia, pero al entrar me sorprendió su energía y predisposición. En seguida conectamos a pesar de mi torpe inglés.
Taiye Selasi hablando en TEDGlobal 2014 ©James Duncan
Diez años atrás creaste un concepto, una definición, un estado mental. Bueno en realidad no sé lo qué es… Que se llama afropolitanismo, ¿por qué?, ¿fue una necesidad?, ¿qué pasó?
Surgió en el 2005 con el ensayo Bye-Bye, Babar, lo escribí porque estaba cansada, Tania, estaba cansada de que en Ghana la gente me dijera que era europea y que no era una auténtica ghaniana porque hablo twi con mal acento. En Nigeria me decían que no era nigeriana, en América que no era americana al igual en Inglaterra. Hace 10 años estaba realmente cansada de no ser de ninguna parte y tuve la necesidad de pensar claramente lo que era en positivo, no lo que no era, en negativo. Sabía que no estaba sola porque mi identidad, mi experiencia era compartida por mi hermana, mis primos, mi familia, mis amigos… Sabía que mucha gente había crecido de la manera que yo lo hice, pero nunca se me ocurrió escribirlo ni había leído nada sobre este tipo de experiencia. Y 10 años atrás lo describí, no como una identidad o una definición, sino como la descripción de una experiencia, la mía, a la que le di el nombre de afropolitanismo.
Es una descripción que puedo llegar a compartir porque lo he vivido, sin embargo hay algunas voces en África que son muy críticas con el afropolitanismo.
Sí, lo sé, es normal y muy interesante que aparezcan voces disidentes, y me parece bien. Hay mucha gente que no se siente descrita pero está bien. Yo no soy una socióloga, sólo estoy describiendo mi experiencia. Y claro está, no todo el mundo comparte la experiencia y lo interesante sería que supieran entender que no les describe sin tratar de destruir el concepto. La destrucción es un instinto desafortunado y común. Sinceramente creo que estas voces surgen por un completo malentendido. Pero lo que no entiendo es que hagan de ello un problema, es algo que no entiendo.
Quizás, aunque intentes transmitir la descripción de tu experiencia la gente lo coge como una definición social, antropológica. Por otro lado vivimos en una sociedad dividida en diferentes estratos sociales y puede que tu discurso genere confusión en ese sentido. Probablemente los estereotipos asociados a las personas africanas también recaigan sobre ti: chica africana, pobre…
Probablemente, mi primera preocupación es plasmar mi experiencia y esta evidentemente está marcada por mi vivencia en una clase social. Pero lo mismo te pasa a ti, tu experiencia vital está marcada por una realidad socioeconómica. Mis padres tuvieron recursos tras salir de sus respectivos países por desavenencias políticas, aunque es cierto que al ser médicos ya formaban parte de una clase social, pero formar parte de la clase media no significa ignorar la realidad. Además, no creo que una experiencia deba describir lo que otras hacen.
¿Qué piensas de la apropiación del afropolitanismo por parte de los hipsters africanos y de la diáspora? ¡Ahora es una gran tendencia!
Escribí el ensayo hace 10 años, la verdad es una bendición y un honor que alguien siga hablando del afropolitanismo, y doy mi permiso para que lo usen como les plazca. Hoy mismo he vuelto a leer el ensayo y es una descripción muy certera de mi experiencia, y es muy bonito. Todavía recibo correos electrónicos de gente me dice: “Finalmente alguien me ha descrito”, ¡Es maravilloso que me pase esto!
Me interesa mucho los proyectos culturales que estás desarrollando, como 2030 – twelve y Afripedia.
De hecho 2030 – twelve se ha convertido en Afripedia, un proyecto que está documentando a creativos urbanos del continente africano y la diáspora. Tiene 3 piezas; la primera es una serie para televisión que estamos a punto de distribuir. En la web se pueden ver los trailers de cinco artistas de Kenia, Angola, Senegal, Sudáfrica y Marruecos. Seleccionamos estos países porque creemos que son representativos de la creación en el continente. La segunda parte serán pequeños podcasts con entrevistas a mujeres artistas de la diáspora y del continente. Sólo mujeres, y me encanta que sea así, porque son mujeres africanas que han roto las reglas y que consideramos que son inspiradoras. Estamos buscando directoras, pintoras, músicos, políticas…
Y cuando hayamos conseguido todo el dinero combinaremos las dos partes en un documental de 90 minutos. El trabajo que estamos haciendo es genial, además romperemos estereotipos sobre las ciudades africanas.
Sí, sí que es genial, y nos encanta contar con proyectos como Afripedia ya que nos ayudan a romper el imaginario que hay sobre el continente africano. También para nosotros es importante contar con gente como tu que son referentes, porque sabes que lo eres, ¿no?
Es muy gratificante lo que dices pero encuentro que también es un peligro, no quiero transmitir una imagen errónea de éxito. Hay que trabajar muy duro para conseguir las cosas.
Me refiero que eres un referente por lo que dices y piensas, por tu color de piel, por tu experiencia… Y no por tu éxito
¡Ah! Me gusta.
Los referentes son importantes, en España hay pocos para la inmigración africana y sus hijos, y los hijos de los hijos… Es un país que tiene poca población negra y poca diversidad visible en los medios e instituciones. Nosotros queremos haceros visibles. Haceros llegar hasta la gente, porque nos inspiráis.
Me encanta que así sea, estoy contenta de oírte.
Taiye mira el teléfono, se tiene que ir. Los 30 minutos de la entrevista se han agotado hace un rato. Tengo ganas de conversar más con ella pero tenemos que concluir… Me quedo con una sensación agradable, aunque mis dudas siguen fluctuando.
Por Tania Adam
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